Al dedillo: Se nos va una vida consagrada a la música y a su gente

Johanna Benoit

Caribbean Digital

Cuando se apaga una luz, morir así de repente, una sorpresa que hace latir los corazones de tristeza, cuando se va una vida prospera, son de las cosas que no entendemos, la muerte es el momento que no queremos ver llegar.

Hay noticias que rompen el corazón, el fallecimiento del legendario artista dominicano, un hombre que vivió para llenar este pueblo de alegría, entretenimiento, quien construyó un puente musical en esta tierra que lo vio nacer y el mundo, no sabíamos que se nos iría así de repente.

Se nos fue Johnny Ventura, considerado el  padre del merengue, su vida artística envidiable, en un segundo la vida nos cambia, pues el destino a veces nos tiene una extraña jugada.

República Dominicana llora su partida, un hombre solidario, un artista extraordinario, con un carisma inigualable, eternamente vamos a bailar su música, recordar esos pasos y ese buen humor permanecerán por siempre.

La leyenda viva del merengue, nos contagió con su ritmo, con sus letras conquistó nuestros corazones y hoy dice adiós al mundo, qué difícil asimilar su ida.

La industria nacional de la alegría, recibió numerosos reconocimientos, su paso solidario, personalidad y su talento musical, fueron de los dones que cultivó el hijo del pueblo, nuestro Johnny Ventura.

Defensor de la democracia, hombre de familia, don de gente, de trato afable, un orgullo para nuestro país, el cielo y los ángeles  te reciben con grandes honores.

Gracias por sembrar amor y alegría, en este pueblo que lo vio nacer, usted tendrá  un espacio imborrable en cada rincón de nuestra alma.

Hasta otra entrega

 Que Dios les bendiga!

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