José Alfredo Espinal
Caribbean Digital
SANTIAGO, República Dominicana.– Al llegar a una clínica privada, la primera pregunta que le hacen a un paciente es la siguiente: ¿Tiene seguro?.
No es cierto que las clínicas atiendan a todos los pacientes por emergencia con o sin seguro médico.
Es penoso decirlo, pero en este país el ciudadano que acude a una clínica privada sin seguro médico se fuñó.
El estado de salud del paciente es quizás lo que menos importa. La gente se preocupa por estar asegurada porque ya sabe que sin la tarjeta de afiliado de una ARS es en vano dirigirse a un centro de salud privado.
El caso del ex-combatiendo guerrillero, Claudio Caamaño, quien falleció porque las clínicas lo “rebotaron” por carecer de seguro, fue la gota que rebosó la copa. Como ése hay muchos casos que se registran en diferentes puntos del país, pero lamentablemente pasan desapercibidos.
Si usted duda de esta tesis que planteamos, pues acuda en caso de emergencia a una clínica privada en busca de servicio sin una tarjeta de seguro médico.
¿Quién es más desalmado de los dos?. El delincuente que apunta con un arma a un ciudadano y le exige dinero para no agredirlo o, cuando en una clínica le preguntan a un enfermo, en ocasiones agonizando, ¿Y usted tiene seguro?…, lo que determina si le atienden o no.
El Estado dominicano ha sido irresponsable para enfrentar esta situación que pone en entredicho la garantía del derecho a la salud de cada ciudadano, como lo estable la propia Constitución de la República. Mientras todo eso ocurre las aseguradoras y los centros de salud privado se enriquecen de manera inmisericorde.