La ciencia no descansa a la hora de analizar y diseccionar nuestros hábitos sexuales. Aunque para la gran mayoría de las personas activas sexualmente la seguridad en el sexo está directamente relacionada con el uso de condones y otras barreras anti ETS, resulta que no, que existen otros motivos para temer por la integridad física. Sobre todo la de ellos.
Una reciente investigación publicada en la revista ‘Journal of Impotence Research’ ha desvelado las posiciones sexuales más proclives a producir lo más temido por cualquier hombre: una fractura de pene. Sorprendentemente, la posición más peligrosa en este sentido es una tremendamente popular: el perrito. Alrededor de un 41% de las fracturas se producen en este tipo de penetración, en la que el pene queda expuesto a choques frontales, acelerados y con mucha presión con la pelvis femenina.
La investigación consultó a alrededor de 90 hombres con edades comprendidas entre 18 y 66 años y víctimas de este tipo de lesión. Además del perrito, otra postura tremendamente popular alcanzó la máxima puntuación en peligrosidad: el misionero. En ambos casos, los factores que aumentan el riesgo son la aceleración y el apasionamiento que se lleva hasta el extremo. Cuidado con los golpes: las lesiones que se producen en la postura del perrito son de largo las más severas detectadas en el estudio: pueden llegar a afectar a la uretra.