Investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts han creado unos tatuajes que funcionan como interfaces para ‘smartphones’ y otros dispositivos digitales. Estos tatuajes pueden recibir y enviar información, lo que los convierte en dispositivos portátiles que el usuario se adhiere a la piel y que vienen en varios diseños.
El tatuaje está compuesto por un papel adhesivo, una capa aislante, papel oropel y una capa de silicio. Los investigadores explican que construir uno de estos dispositivos cuesta menos de 175 dólares, ya que los componentes informáticos son cada vez más pequeños, baratos y potentes.
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El papel oropel permite sentir el tacto de la persona, calentar la pantalla y comunicarse con otros dispositivos. Los tatuajes pueden conectarse de forma inalámbrica con el ‘smartphone’ mediante la comunicación de campo cercano (NFC por sus siglas en inglés), un tipo de tecnología utilizada para pagar con móvil en las tiendas minoristas y en otros lugares.
Actualmente los diseñadores ofrecen tres tipos de tatuajes. El primero convierte la piel en una especie de panel táctil para ajustar el teléfono. Esta función sirve para funciones como, por ejemplo, pausar una canción. El segundo tipo muestra información sobre la temperatura corporal de una persona o su estado de ánimo. Y el tercer tipo sustituye las entradas de cine o los billetes para el transporte público.