Tres días antes de la visita del presidente Donald Trump a Israel, la Casa Blanca publicó un video con el programa de la primera gira internacional del mandatario, que incluye cuatro países de Oriente Medio y Europa. En él, se ofrecía una representación gráfica del país hebreo limitado a las fronteras que son reconocidas oficialmente por las Naciones Unidas.
Así, los medios israelíes destacaron la no inclusión en el mapa de los Altos del Golán, Jerusalén del Este ni tampoco de Cisjordania, ni íntegra, ni parcialmente.
El portal IsraelInfo admite que esta publicación dejó «decepcionados a los admiradores israelíes de Trump». No en vano, muchos de ellos esperaban contar con el respaldo estadounidense a unas ambiciones territoriales arraigadas en los sectores más nacionalistas de Israel desde la victoria del país en la guerra de los Seis Días de junio de 1967.
La idea de este ‘Gran Israel’ que defienden algunos israelíes se materializa tanto en la política cotidiana como en los mapas que circulan dentro del país.
Sin embargo, ninguna persona realista podría albergar esperanzas de que se produjera un apoyo a una reivindicación de este tipo por parte de Estados Unidos, un país que nunca ha reconocido la soberanía israelí sobre los territorios tomados a palestinos y sirios en 1967.
Hasta que se resuelva el conflicto palestinoisraelí, gran parte del territorio controlado por el Estado de Israel seguirá siendo considerado por la comunidad internacional como ocupado.
«Si alguien en Israel estaba esperando que el presidente ‘proisraelí’ Trump fuera a cambiar esta realidad a vuela pluma, les esperan más desilusiones», resume el portal.
Ante las críticas que este mapa generó en Israel, el servicio de prensa de la Casa Blanca decidió retirar el video de su canal en YouTube, aunque sin dar ninguna explicación sobre los motivos.