Un país diferente para el desarrollo

Luis Céspedes Peña

En la República Dominicana, donde todavía en el 2005 hablar de calidad de los servicios públicos era una utopía, porque a excepción de algunos técnicos que tenían conocimientos nacionales e internacionales de su importancia, la inmensa mayoría ignoraba qué significaba la calidad.

En este momento que el prócer de la administración pública, doctor Raymundo Amaro Guzmán, como lo llama el ministro de Administración Pública, licenciado Ramón Ventura Camejo, está en una situación delicada de salud, es justo reconocer que sus esfuerzos, al igual que otro pequeño grupo de su época, no cayeron en terrenos infértiles, sino que encontraron un huequito donde las buenas semillas germinaron con frondosidad, crecieron y están dando frutos, los cuales se están distribuyendo por diferentes partes del mundo.

Ese pequeño grupo creyó en que en el país se podía lograr mejores servicios públicos. Si bien ellos no pudieron lograr el objetivo primario, con sus aportes creando normativas, que comenzaron en 1965, especialmente las del intelectual santiaguero,  doctor  Raymundo Amaro Guzmán, esos esfuerzos crearon la debida conciencia para que otro profesional, también  de Santiago, el licenciado Ramón Ventura Camejo, hiciera acopio de esas ideas.

Hoy, en la República Dominicana hay una nueva cultura de la calidad. Si dijéramos que todos los aportes  en la materia son de procedencia nacional, mentiríamos.

Los esfuerzos para poner en ejecución las ideas de los próceres de la administración pública, porque hay otros, como es el caso de Víctor Melitón Rodríguez, ya lograron concientizar a la mayoría de los funcionarios públicos, los cuales antes se resistían, ya no están esperando a que el Ministerio de Administración Pública (MAP) los llame para el desarrollo de actividades formativas en sus instituciones, sino que son ellos los que están reclamando el envío de técnicos para que les enseñen los conocimientos en la materia.

Debemos admitir que hasta quien escribe está sorprendido con los avances logrados en la mejoría de los servicios públicos. Muchos ministros, la gran mayoría de directores de entidades públicas o encargados de áreas, cuando les toca hablar de los servicios públicos, lo hacen con pasión. ¡Cómo cambiaron las cosas!

Y nos viene a colación el primer año cuando en el 2004 Ventura Camejo fue designado director de la Oficina Nacional de Administración y Personal (ONAP), que más del 98 por ciento de la población no sabía que esa pequeña entidad existía, porque a decir verdad era un grupito de técnicos haciendo aportes en ideas de cómo ir mejorando los servicios públicos, que llamó a una reunión a los que todavía estaban en la institución, para hablarles de la organización de un Premio Nacional a la Calidad.

Como era de esperarse, la respuesta de los técnicos fue “no es posible organizar un Premio Nacional a la Calidad, porque  en la administración pública eso no existe”.

Y, como una respuesta genera otra, el director de la  desaparecida ONAP fue la más fuerte para un equipito de técnicos excelentes que soñaron con mejores servicios públicos, pero que no sabía cómo implementar las ideas, cuando se escuchó una voz que dijo:” Organizaremos el Premio  Nacional a la Calidad, con ustedes y sin ustedes”.

Hubo un silencio sepulcral de parte de los técnicos y segundos después, en un acto de impotencia, en algunas de los excelentes técnicos que tenía la ONAP, posteriormente Secretaría de Estado y hoy MAP,  como es el caso de la distinguida licenciada María del Carmen Lugo, brotaron algunas lágrimas que humedecieron sus ojos, no para cerrarlos, sino para lavar la vista oscurecida y abrirlos para copiar cada una de las ideas de Ventura Camejo, conocido hoy  internacionalmente como el gran reestructurador de la administración pública dominicana. Lo más bello de ese grupo de técnicos fue cuando dijo: “Haremos lo que usted diga”.

Tenemos que admitir que los grandes conocimientos logrados en la administración pública, es el fruto de aportes obtenidos por el ministro Ventura Camejo con  sectores público, privado, de la sociedad civil, instituciones nacionales e internacionales.

Hay que decir que los cambios comenzaron con la traída al país de  muchos de los mejores técnicos en administración pública de Europa, América  Latina, incluyendo a  América Central, Estados Unidos y posteriormente de Asia. Se puede citar a Japón y la República de Corea, también conocida como Corea del Sur.

Primero comenzaron los talleres o los seminarios con técnicos relevantes nacionales e internacionales, que podían hacer grandes aportes, como ocurrió.

El país no tenía modelo para aplicar la calidad. Eso motivó que el ministro Ventura, desde que era director de la desaparecida ONAP, trajera de diferentes naciones a decenas de expertos en administración pública.

No se conformó con solicitar técnicos, sino que comenzó a viajar a diferentes naciones del mundo,  acompañado de algunos de los mejores técnicos, para aprender de las mejores prácticas de los gobiernos. Así logró conocer varios modelos de Calidad. Pero optó por saber más a fondo del Modelo Marco Común de Evaluación (CAF), europeo.

Tomó su nombre, pero lo que hizo fue construir un Modelo CAF Dominicano, haciéndolo de todas las mejores prácticas de gobiernos que aplican diferentes modelos internacionales.

Antes, venían al país especialistas de diferentes partes del mundo a enseñar sus conocimientos. Hoy, las cosas están revertidas. A muchos de los países que antes venían a orientar, ahora es la República Dominicana la que está enviando a sus mejores técnicos a capacitar en muchas de las administraciones públicas, como es el caso de América Central.

¡Todavía hay que seguir avanzando, pero es mucho lo que ya se logró en tan poco tiempo! El Premio Nacional a la Calidad comenzó en el 2005. Varias instituciones públicas ya ganaron Premios de Calidad en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Premio Iberoamericana de la Calidad y  otros organismos extranjeros.

Con mucho éxito, se desarrolla el Premio Provincial a la Calidad de Santiago. ¡Ya es tiempo de que los gobernadores  y alcaldes de otras provincias, también comiencen a organizar sus Premios Provinciales! Es justo reconocer el apoyo recibido por el ministro Ventura Camejo de parte del entonces Presidente, doctor  Leonel Fernández Reyna, y del actual gobernante, licenciado Danilo Medina Sánchez.

Todos los esfuerzos en busca de mejores servicios públicos tienen un objetivo, que consiste en satisfacer a los usuarios de los hospitales, las instituciones vinculadas  al agua, el transporte y otras entidades, porque son ellos quienes les pagan a los servidores públicos o hacen  otros aportes para el desarrollo nacional.

Gracias por leernos.