Terrorismo y deporte: La bomba que estremeció juegos olímpicos Atlanta’ 96

Por Rafael Baldayac

Redacción/Caribbean Digital

SANTIAGO, RD./ Los Juegos Olímpicos uno de los principales escenario para promover la paz entre las naciones, paradójicamente  han sido blancos de acto terroristas en numerosas ocasiones. Hace catorce años que se produjo el último de estos nefastos acontecimientos que enlutecieron el deporte en el mundial.

Archivo.

Traumatizados amanecieron los norteamericanos el sábado 28 de Julio de 1996 tras conocerse la noticia del horroroso atentado con bomba durante la celebración de los Juegos Olímpicos de Atlanta.

La colocación de este artefacto que hizo explosión en el Parque del Centenario, matando a dos personas e hiriendo a más de un centenar, fue condenado en ese entonces por la comunidad mundial que abogó por medidas mas severas contra el terrorismo.

El atentando de las Olimpiadas de Atlanta tenia ya un doloroso antecedente, cuando en 1972 secuestraron y asesinaron a doce atletas israelíes a mano de un grupo terrorista palestino durante los Juegos de Munich, Alemania.

Se vivió momento de mucha tensión durante esos días en la populosa ciudad del Este de los Estados Unidos porque apenas unas horas después del bombazo hubo que evacuar la muy transitada estación de Five Points del tren subterráneo, luego que la policía detectara una bolsa con otro supuesto artefacto explosivo.

La tragedia de Atlanta ocurrió diez días después de la destrucción en pleno vuelo de un avión  Boing 747 de la compañía TWA alcanzado por un misil ante las costas de Nueva York en ruta hacia Paris, Francia.

El avión donde perecieron 230 personas, estallo al anochecer del 17 de julio de 1996 a unos 4,500 metros de altura y a unos 16 kilómetros de las costas de Long Island.

Catorce años después las investigaciones siguen en el limbo con relación a los autores de la cobarde agresión, tanto de los Juegos de Atlanta como de la nave aérea de TWA.

El mundo entero alzo su voz de protesta contra el atentado en las olimpiadas de Atlanta´ 96.

Uno de los lideres mundiales que envió sus condolencias en ese entonces fue el Papa Juan Pablo II al calificarlo de “un acto de violencia sin sentido” y expreso profundamente su consternación expresando las condolencias a los familiares de las victimas.

Mientras que el presidente francés Jacques Chirac envió un mensaje a su colega Bill Clinton y al presidente del Comité Olímpico Internacional, el español Juan Antonio Samaranch, “condenando este cobarde acto de agresión”.

El primer ministro Jhon Major, en un mensaje del pueblo británico decía, “compartimos la indignación del pueblo norteamericano por esta horrible violación del espíritu olímpico, pero también comparte su decisión de no dejarse amedrentar por este acto perverso”.

SELECCION DE ESGRIMA JUVENIL DE CUBA

Veinte años antes de este triste episodio de Atlanta‘96 , se vivió uno peor para el mundo del deporte, cuando  en un terrible atentando terroristas murieron los 24 miembros de la selección de esgrima juvenil de Cuba.

Esto sucedió el 6 de octubre de 1976 cuando los atletas cubanos regresaba victorioso a su país, en un vuelo de Cubana de Aviación, luego de su participación en el Campeonato Centroamericano y del Caribe celebrado en Venezuela.

En este grave atentado perpetrado contra Cuba, perdieron la vida las 73 personas a bordo, macabro hecho de la autoría del terrorista Luis Posada Carriles, quien aún no da cuenta ante la justicia por ese crimen.
El avión partió de Caracas rumbo a Trinidad y Tobago, desde donde siguió a Barbados en su última escala hacia Cuba pero, pocos minutos después de haber despegado, el estallido de una bomba en el interior de la aeronave causó la muerte instantánea de los pasajeros y tripulantes de la aeronave.

Las últimas palabras del capitán de la tripulación y el estallido de una segunda bomba quedaron grabados como prueba testimonial del acto terrorista, conocido como el Crimen de Barbados.

Además de Posada Carriles, la autoría material del hecho se atribuye al cubano Orlando Bosch, quien estuvo encarcelado en Venezuela por este atentado que salió libre en 1988.