Sonajero: Señor Presidente

Grisbel Medina R.

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Especial para Caribbean Digital
Periodista Grisbel Medina
Periodista Grisbel Medina

Santiago.- Estemos claros. Las muchachas pudientes lo harán en salas cómodas, fuera del país es probable y las muchachas pobres acatarán el mandato del hombre de “resolver con esa barriga” en circunstancias inseguras, arriesgando sus vidas en abortos clandestinos pero con menos confort que las primeras.

Penalice o no el Congreso (colmado de hombres con historias de amantazgos, segundas bases y diputados que embarazan menores de edad-caso del diputado Julio Romero) el aborto seguirá practicándose en el país a lo callado, ante la mirada indiferente y la doble moral de la sociedad. Si lo duda, la clínica de Villa Consuelo donde fueron hallados los fetos, era visitada por artistas, empresarios, políticos, militares y no precisamente para obras de caridad.

En todo esto las únicas condenadas son las niñas, las adolescentes y las mujeres. Las violadas por hombres que le superan en edad, las embarazadas por relaciones incestuosas, agredidas sexualmente en la propia familia, las pobres sin alternativa cuando el hombre que prometió villas y castillas se le niega al salir las dos rayitas en la prueba de farmacia.

Nueva vez el congreso de encorbatados legisladores les niega el derecho a la vida, a la salud sexual y reproductiva a las mujeres que solo galantean de la boca para fuera en tiempos de elecciones.

Ahora que el Senado dominicano se dispone a debatir una reforma del Código Penal relativa al aborto, aprobada y promulgada por el presidente, Danilo Medina en el año 2014, es preciso repetirle a las voces conservadoras, a ciertos círculos de la iglesia y al mismísimo señor Presidente que una manera de defender la vida es permitir el aborto en  tres circunstancias: cuando la vida de la embarazada esté en riesgo, cuando el feto no pueda sobrevivir fuera del útero o cuando el embarazo sea producto de una violación o incesto. #LasVioladasImportan