Sonajero: Enseñar

Grisbel Medina R.

Especial para Caribbean Digital

Periodista Grisbel Medina
Periodista Grisbel Medina

Santiago.– Crecí mirando a mis padres estudiar y trabajar en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Siendo niña recuerdo a mi madre (estudiante de bioanálisis) laborando en  el economato, donde cometí el grave error de llevarme los cabitos de tiza de color hallados en el piso. Al día siguiente me hizo regresarlos al mismo rincón después de un enérgico reproche.

Años después me matriculé en Comunicación Social, carrera que estudiamos debajo del almendro de la escuela Emilio Prud¥Homme y yendo de la Venezuela al Pestalozzi, a falta de sede para entonces.

Amar la universidad del Estado se le hace fácil a los uasdianos. Pese a todas las situaciones enfrentadas, la UASD se lleva en el corazón. La academia nos duele como si fuese un familiar. De allí han emanado los profesionales más eminentes y los humanos socialmente más comprometidos con los destinos del país. Por supuesto que la UASD no está exenta de escollos, problemas históricos, gusanos anquilosados en posiciones de poder y otras plagas urgentes de insecticida del bueno. Antes de que la ambición se enraizara en el armazón social dominicano, el noble oficio de enseñar era un orgullo inconmensurable. No es que desapareciera el compromiso magisterial, de ninguna manera, pero hoy importa mucho la cantidad de plata sobre la mesa para que el mono pueda bailar. El ilustre epidemiólogo Fernando A. Rojas Mejía fue distinguido como profesor al mérito de PUCMM en la fiesta por el día de quienes enseñan con amor y compromiso. Egresado de la UASD, el médico recordó la propuesta de un político cuando él dirigía una importante comisión de reforma sanitaria. Al doctor las manos le tiemblan por el embate de los años, pero con la mente fresca y el honor intacto, testimonió su rechazo a la oferta del susodicho. La dignidad no se negocia, pensé y le aplaudió la audiencia. Celebro que en la UASD, en PUCMM, en otras academias prosperan ejemplos humanos y palpables de la riqueza espiritual y de doble vía que significa enseñar.