Si no tengo tiempo tengo muy poco

Diego Sosa

Especial/Caribbean Digital

Una enfermedad del momento y aparentemente muy contagiosa… pasó a ser una pandemia porque escucho hablar de ella en todos los continentes… le llaman «la falta de tiempo».

Diego Sosa
Diego Sosa

Una gran parte de la población navega con la corriente y al aumentar las personas dentro del río el caudal se agranda y ya comienza a desbordar. Algunos se van quedando en el camino y pocos tratan de construir un barco que los lleve al puerto deseado.

Estamos educando a nuestros hijos para que sean víctimas de ella y somos felices con eso. ¿Estamos felices con estar intoxicados por dicha enfermedad? Creo que sí porque pocos hacen lo posible por mostrarle un camino diferente a los que educan.

No tener tiempo es ya casi un símbolo de estatus. Poner a los hijos a desarrollar diferentes tipos de inteligencias es una de las grandes causas de una sociedad que vive en la prisa, recibe temprano los problemas cardíacos y se ve envuelto en la moda del Burnout.

Es que nuestros hijos hacen deporte, van a clases de arte (música, canto, piano, ballet, pintura…), estudian idiomas, la escuela tiene horario extendido, toman refuerzos de clases en las tardes, hacen tareas y mucho más. Al querer que tengan todas las inteligencias desarrolladas al mismo tiempo los preparamos para que sean unos «No tengo tiempo».

¿Los estamos preparando para ser felices en la vida? ¿O sólo los preparamos para una vida que para nosotros mismos no es vida?

Hay una queja común para casi todo lo que nos pasa: «La sociedad de hoy…» Sí, ella es mala, ella nos empuja, ella nos lleva por caminos, ella influencia, ella daña… ¿Quién es la sociedad? ¿Estamos haciendo algo para que ella sea mejor?

No creo en una mala sociedad de manera generalizada. Creo que los medios de comunicación colocan lo que vende y lo que vende es lo que la gente consume. Veo como personas se concentran en buscar las malas noticias, pero no toman las buenas publicaciones para construir su vida. Veo como el destino es el norte de muchos, pero no consiguen una brújula para andar su propio camino.

¿Están todas las sociedades en lo mismo? He decidido vivir en dos países (que conste, no digo que me toca vivir… porque sería pensar que el destino me lo tenía guardado) y visitar algunos más. No puedo decir que todos están actuando de la misma forma. Los medios de comunicación y las redes sociales me dan la posibilidad de ver diferentes comportamientos y veo cómo algunos desperdician su tiempo, son los que en algún momento se quejan de la brevedad de él, y otros lo viven y terminan siendo los que sienten y hacen sentir felicidad.

José Alfredo, el tiempo es demasiado importante para no tenerlo en cuenta. No desperdiciemos ese recurso no renovable. Debemos asignar nuestro tiempo de tal forma que lo consideremos una acción para generar algo y no como una reacción por no tener opciones.

Hay demasiadas formas de tener el tiempo bajo nuestro mando, nunca bajo nuestro control. Podemos decidir qué hacer con él, pero más importante es cómo hacer las cosas para que nos dé tiempo de hacer lo que realmente consideramos importante.

En mi libro ¿No tienes tiempo? explico mi método completo de cómo realizar las tareas de una forma que no perdamos tiempo, aprendamos a no posponer (lo que nos quita tiempo y acaba con nuestra tranquilidad), a realizar reuniones efectivas y acabar con la reunionitis aguda, lograr llamadas telefónicas exitosas y de duración restringida, manejarnos asertivamente dentro de la era tecnológica, asignar el tiempo a lo que consideremos importante para nuestra vida, y mucho más. La idea es que si usted siente que no tiene tiempo algo debe hacer de otra manera si quiere lograr resultados diferentes.

 

FRASE DE LA SEMANA

«Vivir sin tiempo es como no tener tiempo para vivir.»

Diego A. Sosa

Coach, Consultor, Escritor y Conferencista