Desde Mi Ventana Óptica
Por Alejandro Almánzar
Especial/Caribbean Digital
NUEVA YORK./ En trabajos recientes, advertimos sobre el recrudecimiento de Carteles de drogas y mafias en el país, tomando como base, lo expresado por el ex general, Rosso José Serrano Cadena, ex jefe anti drogas colombiano, en su libro “Jaque Mate”.
Este sostiene en dicha obra, que la presencia de estos violentos grupos queda evidenciada con el derramamiento de sangre en plenas calles y lugares públicos, como consecuencia de una lucha a muerte entre bandas rivales del bajo mundo.
Es lo que estamos viviendo en el país, donde los muertos aparecen amontonados con la insignia del Crimen Organizado en cada uno de ellos, sobre todo, en el primer Santiago de América, donde esos hechos de sangre mantienen aterrados a una sociedad que se caracteriza por su tranquilidad.
En lo que va de año, más de 100 personas han perdido la vida en la capital del Cibao y sólo en el mes anterior, fueron asesinados más de veinte. Cuando salió de escena el capo boricua, José David Figueroa Agosto, muchos hicieron suya la idea de “muerto el perro, se acabó la rabia”, pero la aparición de cadáveres por doquier con la etiqueta del sicariato, refleja todo lo contrario.
Es la respuesta a los duros golpes que les han propinado las autoridades dominicanas al narcotráfico, con la captura de importantes cargamentos de drogas que tienen como destino a Estados Unidos y Europa, pues esos carteles tienen como normas, que cada fracaso en sus operaciones tiene un final sangriento.
El mejor ejemplo de lo antes dicho, son el asesinato de un ciudadano español, en las inmediaciones del parque León Jiménez y dos días después, la respuesta no se hizo esperar, con la ejecución de tres ciudadanos colombianos y un venezolano, en el exclusivo sector de Los Cerros de Gurabo III.
La sociedad santiaguera demanda del gobierno mantener su paz al precio que sea y para tales fines se deben tomar iniciativas que pongan fin a las acciones criminales del narcotráfico y el crimen organizado. El Ejecutivo debe revisar hasta dónde la entrada de extranjeros sin un visado al país, pueda estar siendo aprovechado por los carteles y mafias internacionales, para enviar a sus sicarios a sembrar el terror en nuestro territorio.
Aunque con eso se busca fortalecer el turismo, no es justo pagar tan alto precio para que unos cuantos se beneficien de dicha actividad, pues es a partir de entonces que la población ha tenido que ser testigo de los mas crueles homicidios.
Debe haber más control por parte del Estado en la depuración de quienes quieran visitar el país en calidad de turistas. No es posible que nos sigamos llenando de visitantes indeseables, convirtiendo nuestras calles en cada vez más inseguras, por la lucha entre carteles y mafias rivales.