Que a Rihanna no le gusta pasar desapercibida es una realidad. Se atreve con las modas más extremas: en chándal con salones, trajes oversize, vestidos de satén con camisetas y, en plena promoción de ‘Valerian’ ha vuelto a hacer de las suyas. Su look no tiene desperdicio.
El lunes estaba arrebatadora con un vestido rojo de Giambattista Valli, el mismo diseñador en el que confió hace unos días en Los Angeles, y en el estreno en París optó por un total look de Prada, con el que llevó la tendencia de las plumas al extremo.
Riri se optó por una top tipo sujetador con abalorios y una falda degradé con los mismos adornos que en la parte de arriba del look en cascada y plumas en el dobladillo. Pura sofisticación. Y por si fuera poco, completó el look con unas sandalias de pulsera también con plumas de Charlotte Olimpia, joyas de Chopard y gafas de sol de color coral de Cobain.
¿Y dónde estaba Cara?
La presentacia de Cara Delevingne (casi) pasó desapercibida. La osadía del modelito de Rihanna la ensombreció a pesar de que ella escogió un look para brillar. La británica estaba espectacular con un vestido con escote en V y abertura lateral color plateado de Alexandre Vauthier Couture que combinó con un cinturón negro y zapatos en el mismo color.
Ese mismo vestido lo subió a la pasarela Bella Hadid, una de sus mejores amigas. Todo queda en casa.
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