Referéndum impredecible: Turquía ya no será la misma

Este domingo, 16 de abril, tendrá lugar en Turquía el referéndum constitucional impulsado por el gobernante Partido de Justicia y Desarrollo (AKP), en el que la población decidirá si concede más poderes al presidente Recep Tayyip Erdogan. El plazo de votación para los ciudadanos turcos residentes en el extranjero empezó el pasado 27 de marzo.

Los resultados de la votación son poco predecibles, ya que varios sondeos coinciden en que los partidarios del sí tienen una débil y frágil ventaja en la opinión pública.

En el aspecto político el referéndum es de suma importancia para Ankara, ya que en caso de que la mayoría de los votantes den el voto de confianza a Erdogan, los cambios que proponen los oficialistas del AKP instaurarían en el país un sistema presidencialista, dejando atrás la actual república parlamentaria. Pero esto no sucedería en seguida, sino que los cambios entrarían en vigor a partir de 2019.

Relaciones sacrificadas 

Las apuestas del Gobierno son aparentemente altas, puesto que Ankara ya ha sacrificado sus relaciones diplomáticas con varios Estados europeos en su afán por asegurarse el voto afirmativo de la población. Turquía ha estropeado las relaciones con Países Bajos, Alemania y Austria después de que las autoridades europeas impidieran la organización de manifestaciones en las que altos funcionarios turcos tenían la intención de pronunciar discursos de apoyo a Erdogan ante las numerosas comunidades turcas residentes en esos países. 

La reacción no tardó en llegar, y Erdogan calificó a Europa de «centro del nazismo» y afirmó que «la diáspora turca ha afrontado regularmente injusticias y presiones en Europa». Debido a la envergadura de la crisis diplomática que provocó, el referéndum en Turquía fue protagonista de varias portadas de la prensa internacional. 

Nuevos poderes presidenciales

Algunos cambios constitucionales para la transición hacia un sistema presidencial ya fueron previamente aprobados por el Parlamento turco y firmados por Erdogan. Estos son algunos de los 21 cambios que serán sometidos a la votación:

Pros y contras

El AKP y la mayoría del nacionalista Partido de Acción Nacionalista (MHP) apoyan las iniciativas. Algunas de las formaciones contrarias a los cambios que supondría la victoria del sí son el prokurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP) y el Partido Republicano del Pueblo (CHP), de centroizquierda, que afirman que lo que Erdogan busca es concentrar más poder en sus manos.

Erdogan y sus partidarios del AKP, en cambio, argumentan que la introducción de enmiendas en la Constitución permitirá tomar más rápidamente decisiones de gestión importantes, ya que el país enfrenta varios desafíos, uno de los más graves la amenaza terrorista. Además, recuerdan las experiencias negativas del pasado, cuando varios Gobiernos de coalición en Turquía se sucedieron en un corto periodo de tiempo, lo que llevó al caos y la parálisis del poder en el Estado.

¿Qué le espera a Turquía tras el plebiscito?

Tanto si gana el sí como si lo hace el no, las consecuencias pueden ser graves y conllevar enfrentamientos civiles, ya que la sociedad está dividida más que nunca ante dos visiones del país, una más laica y otra que aboga por una mayor influencia del islam. Asimismo, varios expertos están convencidos de que Erdogan, que lo ha apostado todo para ganar, no aceptará una derrota.

Si después del referéndum se mantiene la paz, una victoria del sí podría empujar al Gobierno a continuar en su ofensiva en contra de los principios seculares del Estado y suprimir a los activistas kurdos y a todos aquellos que no son partidarios de las acciones del presidente.

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