Reconocen al canciller Andrés Navarro con «Diploma al Mérito e Insignia de Oro»

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El reconocimiento fue hecho por la FEDOBOSCO y la Confederación Mundial de ex alumnos del Don Bosco.

SANTO DOMINGO.- El ministro de Relaciones Exteriores, arquitecto Andrés Navarro, fue reconocido hoy por la Federación y la Confederación Mundial de Exalumnos de Don Bosco, con el «Diploma al Mérito e Insignia de Oro» por emular el compromiso cristiano, social y moral de San Juan Bosco en la sociedad dominicana.

Al agradecer el reconocimiento, Navarro también dio gracias por la gran formación integral en valores recibida a su paso por la escuela salesiana.
Al agradecer el reconocimiento, Navarro también dio gracias por la gran formación integral en valores recibida a su paso por la escuela salesiana.

En lo que se constituyó en el primer acto de reconocimiento por parte de la familia salesiana a un ex alumno formado académica y cristiana durante 10 años bajo los principios éticos, morales y de servicio, el canciller Navarro mereció el reconocimiento de los salesianos por el gran ejemplo de superación, humildad y apego al pensamiento de la formación integral de Don Bosco.

Leonel Báez, presidente en funciones de Fedobosco y representante de la Confederación Mundial de Alumnos y Exalumnos Salesianos, destacó que el canciller Navarro demuestra como servidor público, no sólo los sólidos conocimientos académicos y formación integral alcanzados en paso por la escuela bosconiana, sino los grandes valores cristianos y principios éticos que lo hacen merecedor de tan alta distinción.

«En su breve trayectoria como joven político, funcionario público, profesional, educador, padre de familia y esposo, el arquitecto Navarro se ha destacado por hondear la bandera de las cosas bien hechas, sabiendo comprender que el éxito en la vida no se mide por lo que se logra, sino por los obstáculos que se superan, y con el convencimiento de que para abrir nuevos caminos hay que inventar, experimentar, crecer, correr riesgos, romper las reglas, equivocarse y porque ha enseñado que para ser grande primero hay que aprender a ser pequeño», destacó Báez.

En la a actividad encabezada por el padre Francisco Batista, inspector salesiano de las Antillas en representación del Vaticano, también habló José Pastor Ramírez, delegado mundial de exalumnos de la escuela de Don Bosco, quien resaltó la fuerte lucha que libran los salesianos contra la doble moral en el quehacer cotidiano, «y qué mejor oportunidad para reconocer a un buen cristiano, que se desenvuelve con honradez, humilde y altos valores ciudadanos como este gran salesiano el canciller Navarro».

A la actividad asistieron, además, el padre Juan Linares, delegado mundial de los exalumnos salesianos, la esposa del canciller, María Luisa Ramírez de Navarro; padres Inocencio Navarro y Josefa García, y su hermana, la periodista Josefina Navarro, así como otros allegados a la familia, que junto a distintos representantes salesianos llenaron el salón de la Inspectoría de los Salesianos.

Al agradecer el reconocimiento, Navarro también dio gracias por la gran formación integral en valores recibida a su paso por la escuela salesiana, enseñanza que según dijo hoy le ha servido en su desempeño familiar, profesional y como hombre público.

Navarro destacó que los grandes aportes que hizo en su formación la escuela salesiana desde el segundo de la primaria hasta alcanzar el grado de bachiller, desde donde pasó luego a la Universidad Autónoma para la carrera de arquitectura, «siempre tratando de poner en alto esos valores integrales que me ensenaron y que hoy me hacen ver un hombre orgullosamente salesiano junto a mi familia».

La Insignia de Oro Salesiana es un reconocimiento que realiza anualmente la Confederación Mundial de Exalumnos y la Federación de Alumnos de Don Bosco, a los miembros del movimiento salesiano que desempeñan cargos privados o en el sector público «y que se distinguen por vivir y testimoniar en el ejercicio de sus funciones, los valores del sistema educativo de Don Bosco».

La familia salesiana está integrada por treinta grupos con más de medio millón de laicos, consagrados y sacerdotes a nivel mundial, con un objetivo estratégico institucional de formar personas acorde a la ética y la moral.