Ramón Leonardo apoya candidatura de Hipólito Mejía

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SANTIAGO, RD./ A continuación una opinión íntegra del artista dominicano Ramón Leonardo:

Ramón Leonardo.

Hoy en día, la situación social, económica y política es preocupante.

Socialmente estamos empobrecidos, carentes de educación, con un déficit habitacional que supera el millón de viviendas dignas.

La atención medica,  aun en las clínicas privadas es deficiente y cara.

Económicamente,  la mayoría vive de labores informales, sin seguridad social.

Las mega obras se priorizan ante el rostro humano enajenado y sufrido.

Y las pretensiones monárquicas se insertan por medio de una centralización del poder en todos los niveles.

Aquellos años en los cuales muchos lucharon contra el Tirano Trujillo y los tiempos más cercanos, cuando  otros murieron defendiendo, frente a Balaguer, sus derechos, están de vuelta.

Esos años en los cuales con mi voz y guitarra anduve por los pueblos, como Gabino Puello,  entonando la libertad y la justicia.  Andanzas que me llevaron a prisión muchas veces, ahora están de vuelta y no puedo callar.

Soy socialista,  priorizo en lo social, en la gente, esa es mi línea ideológica fundamental.

No me importa un metro, ni un elevado,  me importa la gente y poner en sus manos las herramientas que los hagan capaces de acabar con su pobreza.

Pero también me interesa la democracia por la que Duarte luchó. Una democracia que hoy ha sido aprisionada, con las más variadas manipulaciones «constitucionales», poniendo en manos de un hombre, el querer y el hacer.

Le canté a Juan Bosch, junto a Expresión Joven, en la casa de Doña Milagros Ortiz Bosch en el 73 y Leonel no estaba allí.Después  visité a Don Juan en su residencia y Leonel no estaba allí.

Y mucho menos está su nombre presente en la guerra patria del 65.

Pero hoy si sabemos que es Balaguerista, Vinchista y Wessinista, que se ha hecho de la inteligencia de Fouché, para sacar del ruedo todo lo democrático, entregar la soberanía,  nuestros recursos no renovables, fomentar el cesarismo adulatorio y la corrupción que llega a su escritorio.

Fuente: La Información