Ahora que ya se le puede ver la cara sin pixelar, los medios están como locos por conseguir sus fotos, por perseguirla en busca de unas palabras que pongan un poco de claridad al nuevo enfrentamiento que parecer haber entre sus padres, Francisco Rivera y Eugenia Martínez de Irujo.
Tana Rivera acudió ayer, tres días después de celebrar su mayoría de edad, a un evento de homenaje a Remedios Amaya que se celebró en Sevilla. Llegó muy sonriente, pero sin abrir la boca. No sabemos si por timidez o porque le han explicado muy bien que las palabras cuestan dinero.
La joven no fue sola. Al mismo acto acudió su madre con su pareja, Narcis Rebollo. Después de una semana en la que se ha llegado a decir que la relación entre ellas no era tan buena como quería hacer creer la hija de la duquesa de Alba, puede que esta aparición solo haya sido una estretagia para hacernos ver que sí, que entre ellas hay relación y ‘feeling’.
Este lunes, en la revista ‘Corazón’, desvelamos qué piensa un lado y otro sobre la polémica que se ha generado por el posado del diestro con la niña y un posible enfado de Eugenia. Será su entorno quien ponga algo de luz al asunto para nuestros lectores.
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