José Alfredo Espinal
Caribbean Digital
He insistido en que el municipio de Santiago de los Caballeros se ensucia tan a menudo por varias razones. Una de ellas es sin duda la falta de educación del ciudadano.
Aunque no es menos cierto que muchas veces las autoridades se apartan de este rol fundamental en la gestión municipal, no es menos cierto también que haya mucha gente que le encanta tirar basuras a las calles.
Tiene, obligatoriamente, que existir un esfuerzo mancomunado entre las autoridades del municipio y la ciudadanía.
Sin embargo, pese a todo el esfuerzo que se haga si no hay un castigo para los que lanzan los desperdicios a las calles el problema del cúmulo de basuras por doquier siempre será un dolor de cabeza.
Abel Martínez, el alcalde actual, quien ha iniciado su administración con un ataque a la basura no podrá como ningún otro combatir este flagelo si la población no se educa y se castiga cuando viola las leyes municipales.
Hasta que los choferes y pasajeros de los carros de concho, los que viajan en vehículos privados, las amas de casa, los vendedores ambulantes, algunos dueños de establecimientos comerciales, y los que visitan la ciudad sigan tirando la basura en las vías públicas, lamentablemente Santiago seguirá sucio por más esfuerzo que se hagan.
Hay que agregar, además, que el Ayuntamiento debe vigilar y obligar a las empresas contratadas para recoger la basura a que sean eficientes.
Cuando hay muchos despedicios en las calles se tapan los imbornales y se crean las inundaciones.
Si fuéramos más limpios como ciudadanos, Santiago y las demás ciudades del país fueran menos sucias.
Estamos a tiempo…