¿Por qué arrasó el Demócrata el 6 de noviembre?

Por: Rafael A. Escotto

La recientemente electa a la Cámara de Representantes de los Estados Unidos por el Partido Demócrata (PD), distrito congresional número 1 de Nuevo México Deb Haaland, perteneciente a la tribu Pueblo, es veterana de la Marina, del Ejército y de la Fuerza Aérea de Estados Unidos y presidenta del Partido Demócrata de Nuevo México.

Haaland fue galardonada con la medalla de plata por su coraje durante la guerra de Vietnam; tiene un doctorado en Derecho de los Indígenas de la Escuela de Derecho de la Universidad de Nuevo México, en 2006. Sirvió como miembro del Consejo de los Indios Pueblo en San Felipe, perteneciente al condado de Sandoval, Nuevo México.

Podemos decir, que Deb Haaland, abogada, y Sharice Davids, esta ultima perteneciente a la nación Ho Chunk, también conocida como Winnebago, de Nebraska, las primeras mujeres indígenas en escalar una posición legislativa, ambas son el resultado de la propia política interna del PD que no le había permitido a los líderes de esas etnias o grupos tribales colocarse en el teatro de la política estadounidense.

Además, estos triunfos son una respuesta al mismo tiempo a la arrogancia política del presidente Donald Trump, quien quizás tenga razón en algunos aspectos, pero desnaturaliza sus planteamientos por la forma impetuosa que lo hace, principalmente a través de twitter.

La Davids es indígena nativa americana. Es también abogada y por su participación en la política escaló un escaño en la legislatura. Ella es una figura que tiene raíces en grupo o sectores del PD cuyo liderazgo había sido postergado por la misma burocracia que perjudicó la candidatura de Bernie Sanders.

A manera de tratar de asestarle un golpe político y moral  al segregacionismo y a cualquier conato de odio fueron electas dos mujeres musulmanas a la Cámara de Representantes. Ellas son Rashida Tlaib, de 42 años de edad, abogada de Michigan, e Ilhan Omar, de origen somalí.

Otro triunfo que habrá que cargárselo a favor del liderazgo de Sanders es el de Alexandria Ocasio-Cortez, de 29 años de edad, que se convirtió en la mujer más joven en ocupar un escaño en la Cámara Baja en el Distrito 14 de Nueva York, que abarca parte de los Condados del Bronx y Queens, respectivamente.

En Texas Verónica Escobar corrió por el Distrito 16 y Sylvia García lo hizo por el Distrito 29, ambas mujeres de vanguardia que venían desde la base del Partido Demócrata pero que no habían podido imponerse a la vieja guardia derechista de su partido que le bloqueaba el paso al liderazgo progresista en ascensión. No cabe duda que el discurso de Sanders despertó el entusiasmo de las minorías a participar y a luchar por ganar espacios políticos dentro del Partido Demócrata.

No fue hasta que este partido perdió el poder del Partido Republicano en las elecciones de 2016 cuando estas mujeres pudieron imponerse a la vieja guardia demócrata ya debilitada por la derrota del 2016. Luego que los cuadros históricos del PD fueran zarandeados y su fuerza doblegada estas mujeres lograron ganar un asiento en el Congreso de los Estados Unidos.

En otras palabras, estas grandes victorias no fueron un regalo del partido sino una conquista heroica del joven liderato demócrata, el cual obligará un realineamiento y una recomposición de sus cuadros directivos con miras a las elecciones presidenciales de 2020. La composición social y electoral de los Estados Unidos está cambiando, esto ha quedado demostrado en estas elecciones de medio término con la creciente participación de la diversidad étnica y cultural que hizo historia.

Siguiendo enumerando el impacto político en estas elecciones congresionales tenemos que la ecuatoriana Debbie Mucarsel-Powell ganó el escaño al congreso en el Distrito 26 de Florida con el Partido Demócrata. Mucarsel-Powell nació en Ecuador y emigró a los Estados Unidos en 1996 con su madre y sus tres hermanas. Mucarsel-Powell se enfrentó a Carlos Curbelo, que se mantenía en este escaño desde 2014.

Estos triunfos de la minoría étnica incluye a la activista política Ayanna Presley, de 44 años, quien había hecho historia al convertirse en la primera concejal negra de Boston y en las elecciones del 6 de noviembre pasará a ser la primera mujer afroamericana en representar el estado de Massachusetts en el Congreso.

El Partido Demócrata se ha visto obligado a hacer, más que un mea máxima culpa, a recomponer sus propias estructuras como una visión de apertura que nunca antes había existido, lo que le cerraba el paso a las etnias minoritarias o a los grupos minoritarios con aquel viejo esquema de selección y de imposición de candidaturas.

Pienso que un político veterano, inteligente y de principios democráticos a carta cabal como Bernie Sanders debe sonreír satisfecho por la nueva apertura en el PD. Creo, por otro lado, que la falta de cohesión dentro del Partido Republicano estuvo presente en todos los instantes de la candidatura de Donald Trump, pues su partido lo dejó prácticamente solo.

Por su parte, uno de los grandes errores del Partido Demócrata en 2016 fue no analizar el contexto de la candidatura del propio Trump imponiendo a Hilary Clinton de la manera menos transparente en perjuicio de la candidatura de Sanders, quien se perfilaba como el candidato del cambio y quien podía relanzar la política interna y exterior de los Estados Unidos por senderos menos conflictivos, sin descuidar la fortaleza económica e imperial del país.

Fascinada por las encuestas a la medida de su investidura la ex primera dama Hillary Clinton no entendió el momento en los Estados Unidos y mucho menos el terreno político que estaba pisando después de convertirse en una figura muy controvertida y hasta bajo investigación por uso inapropiado de su correo como secretaria del Departamento de Estado.

En la antesala de este trabajo debo decir que estas elecciones han revelado, para sorpresa y sufrimiento de otros, el gran talento político e intelectual que existe en los grupos minoritarios y en las etnias en los Estados Unidos, capaz de desafiar a los tradicionalistas o sectores reaccionarios en cualquier terreno social o político.

Otra preocupación que ha dejado estas elecciones en el seno de la sociedad intelectual y entre los escritores estadounidenses que le damos seguimiento y a veces incursionamos en la política ha sido la composición asimétrica en que ha quedado conformada la Cámara Alta este año, lo cual es dañino para la democracia, en razón a que está dominado por los estados que ganó el Partido Republicano en las pasadas elecciones presidenciales de 2016.

Esta inquietud radica en la composición demográfica y socioeconómica que ha quedado en estas elecciones de medio término el Senado, lo cual  supone inconvenientes en el camino para el ejercicio de la democracia por la escasa representatividad para la moralidad del sistema político en general.

Para ver y valorar lo que acaba de suceder en la recomposición y realineamiento doctrinario de la Cámara de Representantes habría que hacer una retrospectiva desde el primer momento de la candidatura del magnate Donald trump, pero esto será tema para otro artículo.