Párroco cree que males como la delincuencia y la violencia tumban pulso al gobierno

JOSÉ ALFREDO ESPINAL

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SANTIAGO.-  El párroco de la iglesia San Antonio de Padua de esta ciudad, fray Santiago Bautista Guerrero, llamó a la sociedad dominicana a no continuar con los brazos cruzados ante los males generalizados,  como la delincuencia y la violencia, los cuales dijo que le siguen tumbando el pulso al gobierno.

“Pienso que el gobierno ha sido muy tímido ante esos males que nos aquejan. La delincuencia le sigue tumbando el pulso en estos momentos que nuestra patria crece la violencia intrafamiliar, la violencia verbal, la violencia contra la mujer, por ajuste de cuentas o sicariato y la búsqueda fácil de dinero”, expresó.

Para enfrentar esos males que azotan al país, el párroco de la iglesia San Antonio de Padua invitó la jornada de oración el próximo jueves en dos tandas, de 8:00 a 9:00 de mañana y de 7:00 a 8:00 de la noche, para interceder por el pueblo que sufre esta terrible violencia que impide estar seguro en las calles y en los hogares.

Dijo que en la jornada le presentará al Altísimo las grandes vicisitudes por las que atraviesa el pueblo dominicano, tales como: el alza de los combustibles de manera abusiva, la corrupción e impunidad como enfermedad patológica que mantiene el pueblo de rodillas, la inseguridad ciudadana que ha causado luto a la familia dominicana y la exclusión social, entre otros.

Fray Santiago Bautista Guerrero manifestó preocupación por la violencia con sus raíces profundas en el narcotráfico, la búsqueda y ambición del dinero fácil, la agresión instintiva, el bajo nivel educativo, la pobreza frustrante de grandes segmentos del pueblo, la desintegración familiar y la incitación a la violencia en algunos programas de los medios de comunicación.

“La iglesia como madre, no está ajena a los momentos de tribulación que vive la nación, ante la dolorosa realidad que la violencia y el irrespeto a la vida humana ha causado entre los dominicanos”, adujo. Recordó la palabra de Jesús, de que esta clase de demonios con nada puede ser arrojada, sino con la oración y ayuno, según Marcos 9-29 y Mateo 17-21.