Parece que las protestas sirvieron de algo

JOSÉ ALFREDO ESPINAL

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 SANTIAGO, República Dominicana.-  El pueblo dominicano ha decidido este año protestar en contra de los altos precios de los combustibles. La gente ha manifestado su rechazo en las calles a través de piquete, concentraciones, huelgas y otros tipos de manifiestos.

Y aunque el Gobierno dominicano logró “convencer” a los transportistas de la capital para frenar el paro convocado por ese sector, no ocurrió lo mismo con los grupos sociales y populares.

Todo el mundo sabe que es más fácil negociar con el sector del transporte público de pasajeros que con un “mar humano” que ha decido exigirle a las autoridades que cumpla con la Ley de Hidrocarburos, para que se produzca una baja sustancial en los precios de los combustibles.

Las disposiciones que ha tomado el Ministerio de Industria, Comercio y Pymes para satisfacer a la población con su llamado no ha sido la demandada, pero al menos después del último paro regional del Cibao, los precios de los carburantes han registrado algunas reducciones.

El pueblo, a través de sus múltiples manifestaciones de protesta, también le ha solicitado a las autoridades luchar contra la corrupción y la impunidad en el país, así como mejorar los servicios en los hospitales públicos y los servicios de agua potable y electricidad en algunos puntos del país donde se consideran huérfanos por la falta de servicio.

Parece que esta lucha social ha valido la pena. El Gobierno sabe que el pueblo manda y pese a que pocas veces le hace caso, en definitiva, ha reconocido que es el único sector que no se puede controlar simplemente con discursos y notas de prensa en los medios de comunicación.