País que no ha sufrido atentados yihadistas presenta plan para luchar contra la violencia extremista

Suiza ha presentado esta semana un plan de acción nacional de lucha contra la radicalización y el extremismo violento, a pesar de que el país no ha sufrido ningún atentado yihadista.

Según la ministra de Justicia suiza, Simonetta Sommaruga, «no se puede esperar a que el extremismo esté en tu puerta», como recoge Reuters, por lo que la prevención es el eje principal del plan, que fomenta un enfoque interdisciplinario en todos los niveles del Estado.

Recoge 26 medidas centradas en la prevención, que reúne y complementa medidas y programas ya existentes de prevención universal en las áreas de educación, asuntos sociales, integración, prevención del crimen y violencia y lucha contra la discriminación. El nuevo plan pretende «profundizar y fortalecer» las medidas que ya se están llevando a cabo, de acuerdo a un comunicado del Gobierno.

Simonetta Sommaruga, ministra de Justicia de Suiza
No se puede esperar a que el extremismo esté en tu puerta

Simonetta Sommaruga, ministra de Justicia de Suiza

El plan de acción pide específicamente a los cantones, ciudades y comunas que compartan información, asesoren a las autoridades sobre la información relevante y especifiquen los servicios que pueden ofrecer para tratar de prevenir e identificar el extremismo. Recomienda que las instituciones cantonales trabajen para identificar la radicalización en una etapa temprana y evalúen la amenaza planteada por los posibles sospechosos, y recomienda que cada cantón debería designar un organismo para hacerse cargo de tales individuos y gestionar su reinserción en la sociedad.

Implicación de la sociedad civil

Para que puedan detectar en una etapa temprana los signos de radicalización y actuar en consecuencia, aboga por sensibilizar a los especialistas en educación y servicios sociales y juventud, así como a la Policía sobre la radicalización y el extremismo violento. 

También prevé la sensibilización de los líderes de las asociaciones deportivas, culturales y de ocio, pues se trata de actores claves en el desarrollo de la personalidad. Entre otras medidas se fomenta el desarrollo de material didáctico, educativo y proyectos relacionados con la radicalización y el extremismo violento para el contexto escolar. 

Este programa prevé invertir 5 millones de francos suizos (5,05 millones de dólares) para apoyar proyectos desarrollados a nivel cantonal o comunal, o iniciados por la sociedad civil.

Las 26 medidas de que consta el plan pertenecen a las siguientes áreas:

  • Conocimiento y experiencia
  • Colaboración y coordinación
  • Ideologías de combate y grupos extremistas
  • Desvinculación y reintegración
  • Colaboración internacional

El plan ha sido desarrollado desde septiembre del 2016 y adoptado por unanimidad el 24 de noviembre por los diferentes niveles de la Administración suiza, aunque ha sido presentado por las autoridades esta semana. A pesar de que garantiza el seguimiento anual, se ha establecido un período de 5 años para su implementación y evaluación.

Sin atentados en suelo suizo

A pesar de que Suiza no ha sufrido ningún atentado yihadista, a diferencia de otros países europeos, como Francia, Bélgica, el Reino Unido o España, la Inteligencia suiza ya alertó en mayo, según informó Europa Press, de que la amenaza terrorista «continua a nivel alto» en Europa, sobre todo por parte de individuos o pequeños grupos inspirados por el Estado Islámico que podrían atentar en Suiza o utilizar el país como base para perpetrar atentados en otros países europeos. De hecho, tenían identificados a más de 500 usuarios de Internet con conexiones con Suiza que están difundiendo ideas yihadistas.

La preocupación por la violencia extremista ya llevó en septiembre del 2016 a los suizos a aprobar en referéndum el aumento de la vigilancia privada para reforzar la seguridad.

A pesar de la neutralidad de la que hace gala Suiza, que no ha intervenido en ningún conflicto armado en Oriente Medio, sus políticas internas puede que le pongan en el punto de mira. En el 2009 se prohibió la construcción de nuevos minaretes, en el 2011 se prohibió cubrir la cara en lugares públicos y en el 2013 un cantón prohibió el uso de burka.

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