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Ayer, los padres de Melania Trump, primera dama de Estados Unidos, fueron naturalizados como ciudadanos de ese país norteño después de acogerse a un programa que ha recibido disímiles críticas por parte del mandatario Donald Trump.
Trump ha denunciado en repetidas ocasiones lo que de manera ofensiva él llama “migración en cadena”, cuyo nombre oficial es “reunificación familiar”, y que es el proceso mediante el que ciudadanos estadounidenses pueden obtener la residencia para familiares extranjeros.
Pese a las denuncias del presidente, Viktor y Amalija Knavs, obtuvieron su residencia en Estados Unidos mediante este programa, luego de lo cual se convirtieron en ciudadanos estadunidenses en una ceremonia privada en Manhattan.
Cuestionado por el diario The New York Times (NYT) sobre si el matrimonio había obtenido la ciudadanía mediante lo que Trump llama “migración en cadena”, su abogado, Michael Wildes, respondió: “eso supongo”.
Añadió que “migración en cadena” es una forma “más sucia” de caracterizar lo que él llamó “un pilar de nuestro proceso de inmigración en lo que respecta a la reunificación familiar”.
El diario destacó, sin embargo, que en los momentos justos en que sus suegros se acogían a ese proceso de naturalización, que toma entre 11 y 21 meses, Trump lo denunciaba abiertamente.
“La migración en cadena debe terminar ahora. Algunas personas entran y traen a toda su familia con ellos, que pueden ser verdaderamente malvados. Inaceptable”, escribió Trump en noviembre pasado en su cuenta de Twitter.
La discrepancia no pasó por alto entre algunos de los críticos de Trump. Ana Navarro, comentarista republicana, tuiteó: “creo que cuando se trata de la familia de Melania es ‘reunificación familiar’ y debe ser aplaudida. Para todos los demás, es ‘migración en cadena’ y debe detenerse”.