José Alfredo Espinal
Caribbean Digital
SANTIAGO, RD.– Así como supuestamente un oficial de la Policía Nacional le habría introducido drogas a un dirigente del grupo popular Los Peregrinos y activista de Movimiento Verde en Moca, de igual manera le podría ocurrir a cualquier otro ciudadano, máxime cuando se trata de alguien que apoye estas luchas contra la corrupción y la impunidad en la República Dominicana.
Son juegos de mal gusto, porque ya no solo se trata de presionar al ciudadano con limitarlo al poder adquisitivo que alcanza a través de un empleo en el sector público, sino que atenta contra la moral y la dignidad del ser humano honesto.
El dirigente del movimiento social Los Peregrinos, Juan Comprés (Guanchy), presuntamente a quien le habrían encontrado droga en su vehículo, ha denunciado que “Además de que me pusieron droga, me dieron una pila de golpes, yo nunca he usado drogas, nadie me conoce como un drogadicta, soy un huelguita, eso sí”, manifestó.
Guanchy es uno de los miles de dominicanos que apoyan las marchas del Movimiento Verde, razón por la que se cree está siendo víctima de estos atropellos policiales en su propio municipio.
Si Guanchy llevaba drogas en el interior de su vehículo no lo puedo afirmar y tampoco negarlo, pero lo que no se puede deja de decir es que cientos de personas de Moca protestan por lo que han considerado un atropello vulgar contra el dirigente comunitario.
Si la droga era de Guanchy como afirma la Policía Nacional, éste deberá responder por tal acusación, empero, si fue la propia autoridad policial que se prestó para cometer esa bajeza, entonces todos aquellos que criticamos al Gobierno y a los funcionarios acusados de corrupción estaremos corriendo la misma suerte de Guanchy.
No sé cómo le llamarán ustedes a esto, pero ya el exdirector de Aduanas y miembro del Comité Central del PLD, Fernando Fernández, lo ha calificado de “delincuencia de estado”.
En mi caso, y sé que en el de muchos dominicanos que nunca hemos usado ni vendido drogas, ojalá que en una de sus redadas la Policía Nacional no nos sorprenda como presuntamente lo ha hecho con Guanchy.