“No es como se comienza, es como se termina”; empujó cuatro vueltas

ANTO DOMINGO. Por segundo año consecutivo, los Tigres del Licey (10-6) alcanzaron su final número 36._Pero no fue fácil. Necesitaron ganar un partido 10-8, el cual estuvo sobrado de adrenalina, nada más que contra las Águilas Cibaeñas (8-8), dando el calibre de clásico a estos encuentros. Además, los Tigres debieron regresar de un 4-0.

Se trató de un duelo de 18 carreras, 37 hits cuatro jonrones, y cuatro errores de manera combinada, en la que todavía en el noveno, las Águilas tuvieron posibilidad, sólo que el cerrador Jairo Asencio las evitó ante unas Águilas que buscaban empatar en la cima con el Licey.

Más allá del significado del encuentro, éste rompió los pronósticos de horario, comenzó a las 2:00 p.m. y ya a esa hora el Estadio Quisqueya acogía un buen número de fanáticos. Una hora después llegaban otros más y dos horas más, ya menos, pero todavía se integraban al partido, al punto que el aforo estaba prácticamente lleno. Al fin y al cabo las boletas estaban vendidas, dado que era un partido que se correspondía a dos suspensiones.

Yermín Mercedes empujó cinco carreras, incluidas dos en el octavo. “Feliz de ayudar a mi equipo a lograr a ir las finales. Hicimos el trabajo”, dijo Mercedes.

El partido lo ganó Marlon Arias y salvó Asencio (7). Perdió Jhan Maríñez (1-3).

Pese a las lluvias de días anteriores, justo en ese horario, los fanáticos poco tomaron eso en cuenta. No hubo lluvia, pero el cielo estaba techado de nubes grises y la tarde se ofreció para jugar un excitante partido de pelota con una temperatura que rondó los 29 grados centrígrados.

Las Águilas marcaron dos en el primero. Después de un out, Johan Camargo fue boleado y Danny Santana disparó jonrón de dos vueltas por el jardín derecho.

En el segundo, el ataque aguilucho continuó, ayudado también por un error de los Tigres. Junior Lake comenzó la entrada con jonrón solitario por el prado izquierdo. Ronny Rodríguez se embasó por error del antesalista Donovan Solano. El lanzador abridor Pedro Echemendía retiró los siguientes dos bateadores y Jonathan Villar despachó um doble por el prado central con el que empujó a Rodríguez y expulsó del montículo a Echemendía.

Pero el Licey no se rindió temprano. “No es como se comienza, es como se termina y los muchachos nos mantuvimos trabajando en el juego entero”, expresó Mercedes.

En el cierre del episodio Juan Francisco abrió con doble al jardín izquierdo para iniciar el ataque de la primer a vuelta azul, ayudada por dos pifias. El receptor Bethancourt intentó sorprenderlo en segundo y cometió error en tiro y Francisco llegó a tercera. Un segundo error llegó esta vez del antesalista Héctor Gómez, que permitió a Francisco anotar.

En el cuarto llegó un primer inning grande para el Licey. Después de un out, Solano disparó sencillo y Anderson Hernández se fue con otro por el central. Así salió Richelson Peña, quién fue sustituido por Jhan Maríñez, quien ponchó de inmediato a Emilio Bonifacio para el segundo out. Julio Borbón empujó la segundo carrera del Licey con sencillo al central y anotó Solano. Erick Aybar llegó a la caja de bateo y después de un strike desapareció la pelota por el jardín derecho, un palo de tres vueltas. Cuando Aybar botó la pelota, el estadio se destapó en algarabía y se escuchó en algunas zonas del estadio el invariable grito de guerra azul “Licey campeón”. Y es que Aybar viraba el marcador a favor de Los Tigres.

Tres más llegaron para el Licey en el quinto. Wandy Rodríguez entró a lanzar por Maríñez. Francisco lo recibe con sencillo al derecho y Yermín Mercedes siguió con largo jonrón por el prado izquierdo. Después de un out, Solano dio sencillo al izquierdo y Hernández continuó con sencillo por segunda, dónde el defensor Jonathan Villar cometió error en tiro y Solano llegó a tercera. Emilio Bonifacio conectó largo elevado de sacrificio dónde se lució Ronny Rodríguez, en la acción anotó Solano para poner el juego 8-4.

Las Águilas recortaron en el sexto, en el que el Licey utilizó tres laanzadores. Warner Madrigal entró a lanzar por Arias. Zoilo Almonte lo cañoneó con doble al prado derecho. Llegó a tercera por rodado de Edwin Espinal por tercera. Junior Lake fue boleado. Ronny Rodríguez remolcó a Almonte con sencillo al central y Lake se fue a segunda. Kevin Munson entró a lanzar por Madrigal. Bethancourt remolca a dispara sencillo al prado izquierdo y anota Lake y Rodríguez se va a segunda. Héctor Gómez es retirado con elevado al jardín izquierdo para el segundo de la entrada. Villar conecta sencillo al shortstop y anota Rodríguez la tercera del episodio. Rafael Martín se hace cargo del montículo y con Camargo al bate, Villar se fue a robo y fue puesto out por el shortstop, Erick Aybar, con un buen disparo del receptor Mercedes.

En el octavo, el Licey ya no contaba con Hernández a la defensa, quien salió lastimado en la ingle izquierda. Su condición es de día a día. Jeimer Candelario lo sustituyó, pasó a jugar tercera y Solano se movió a segunda. Luis Vásquez se hizo cargo del montículo. Después de un out, Ronny Rodríguez disparó sencillo al shortstop. Bethancourt fue boleado. Ángel Franco entró a batear por Gómez. Lo que pudo ser un episodio grande para las Águilas fue frustrado por un relevo oportuno de Jairo Asencio. Con Franco al bate, Asencio tiró un “wild pitch” y los corredores avanzaron a tercera y segunda, pero ponchó finalmente a Franco y Villar fue retirado de pitcher a primera.

El Licey marcó dos más en el octavo, con las que aseguró el partido. Richard Rodríguez inició la entrada como lanzador. Después de un out, Aybar y Yamaico Navarro se fueron con sencillos por los jardines central e izquierdo. Juan Francisco falló con elevado al central, pero Mercedes disparó un doble al central y anotaron Aybar y Navarro. Mercedes fue puesto out en tercera tratando de extender a triple el batazo.

Las Águilas marcaron una más, su octava, en el noveno, después de dos outs. Almonte y Asencio libraron una batalla, de tal manera, que en un momento el bateador abanicó y Asencio, como las graderías comenzaron a vibrar pensando en el ponche, pero no fue así, ya que cepilló el batazo, Mercedes no lo retuvo y el aguilucho seguía vivo. Vino otro pitcheo que fue bola y con su cara, Almonte le decía que con ese no, el lanzador se sonrió. Finalmente Almonte ganó la batalla con sencillo al central y anotó por doble de Edwin Espinal al jardín derecho. Asencio dominó a Lake con rodado de tercera a primera para decretar el fin del partido y el avance del Licey.

En el encuentro se utilizaron 14 lanzadores, siete por cada equipo.

Ni Richelson Peña, por las Águilas que duró 3.1 entradas ni Pedro Echemendía, por el Licey, con 1.2, ambos abridores soportaron mucho en el montículo. Peña permitió tres vueltas, dos de ellas limpias y el cubano cuatro vueltas, tres limpias. Arias, que ganó el juego, lanzó 3.1 entradas de un sólo indiscutible y un ponche.

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