Moradores del sector Hoya del Caimito piden reparar vías

Por José A Toribio

Especial/Caribbean Digital

 

Residentes del sector de Hoya del Caimito  reclaman la reparación de lo que han denominado “el hoyo de la vergüenza” por los meses que tiene la problemática sin que las autoridades busquen una solución.

Dicho hoyo se encuentra en la calle prolongación proyecto-2.
Dicho hoyo se encuentra en la calle prolongación proyecto-2.

 

Dicho hoyo se encuentra en la calle prolongación proyecto-2, se encuentran en un grado de deterioro que representa no sólo un peligro medioambiental para los que residen en los alrededores, sino también un peligro para quienes transitan por la zona.

 

El vacio tiene aproximadamente 1 año descubierto lo que es una amenaza para los peatones y tambien para los choferes, ya que por desechar el orificio producen accidentes con frecuencia en el lugar.

 

Alcides Hernández quien es uno de lo mas cercano a dicho mal, dijo  “que este hoyo representa un peligro tan grande que si la autoridades supieran, ya lo hubiesen reparado”.

 

En ocasiones ya ha ocurridos constantes accidentes que provocan daños a los vehículos y motocicletas que no alcanzan a divisarlo a tiempo.

 

En ese mismo orden, los moradores exigen la reparación también de menos de 700 metros de calles, la cual fue destruidas cuando hacen mas de 10 años las autoridades iban a  poner el sistemas cloacal y esta es la fecha que todavía no ha hecho nada.

 

Cuando llueve, el agua corre por la calle y arrastra montones de basura la cual queda acumulada en medio del punto principal del deterioro, no   solamente impidiendo el tránsito sino también convirtiéndolo en un criadero de plagas y generador de  malos olores.

 

“A esa calle le hicieron algo cuando la campaña y fue una limpiadita que no duró nada después de eso no la  han vuelto a mirar más” dijo Juan Castillo.

 

Dijo que el polvo en tiempos de «seca», llena las casas del sector y que esta situación provoca enfermedades pulmonares y respiratorias. Explicó que encima de esto se agrega que están convertidas en verdaderos «callejones» en plena ciudad y que nadie se digna en repararlas.

 

Mientras tanto esta gente continúa a la espera de que algún día su voz sea escuchada y su reclamo atendido.