“Mi relación con Borja es muy buena, me está ayudando mucho”

Este año es muy especial para la baronesa, ya que en 2017 se cumplen 25 años de la creación del Museo Thyssen. Para celebrarlo, Sus Majestades los Reyes Felipe VI y Letizia asistieron al Museo en compañía del presidente de Hungría, Janos Arder, y su esposa, Anita Herczegh. Los cuatro inauguraron la exposición Obras maestras de Budapest.

Un día antes, la baronesa Thyssen conversaba con Corazón y se mostraba feliz de acoger esta colección. «Para mí es muy especial, estoy muy unida a Hungría, puesto que la madre de mi marido era de allí. De hecho, hace algunos años nos otorgaron a Heini, a Borja y a mí el pasaporte húngaro. Lamentablemente, después, por otros temas, tuvimos que dejarlo. Pero adoro Hungría y me encantaría volver».

Los actuales Reyes no acudían al museo desde 2008, cuando acompañaron al heredero al trono de Japón a ver una exposición, siendo ellos aun Príncipes de Asturias. Carmen también aseguraba sentirse feliz con esta nueva visita: «Me parece fantástico el apoyo de los Reyes Felipe y Letizia. Me siento feliz, agradecida y orgullosa. Don Felipe está haciendo una gran labor como Rey».

Echando la vista atrás, este es el balance que hace la baronesa de estos 25 años: «Lograr que el museo sea reconocido mundialmente, como ya lo era la colección de mi marido cuando estaba en Lugano, es muy importante. Hemos consolidado la colección permanente. En ella mostramos la historia del hombre a través del arte desde el siglo XIV. Por cierto, las exposiciones que hemos tenido han sido un éxito y muy admiradas en todo el mundo. Seguro que mi marido estaría muy feliz de lo que hemos logrado».

La baronesa tiene claro que desea que su colección privada quede bien protegida los próximos años: «No te quepa la menor duda de que dejaré todo arreglado. La colección no se ha hecho en dos días. Mi marido tardó 30 años en hacerla y yo, casi otros tantos en hacer la mía, un poco más privada, pero es mi colección y, por cierto, tiene piezas del abuelo de mi marido».

Mi principal deseo es que mi colección siga en España»

En estos momentos, la baronesa mantiene conversaciones con el Ministerio de Cultura para llegar a un acuerdo que proteja sus obras: «Mi principal deseo es que mi colección siga en España y pueda ser admirada por las próximas generaciones. Pero para eso, deber estar englobada en un marco legal que respete y proteja su valor y que garantice la accesibilidad y movilidad de las obras, para poder llevar a cabo exhibiciones en todo el mundo y así darle más visibilidad. Una colección como la mía, valorada en 1.000 millones, no puede estar en una situación de precariedad tres años –este es el tiempo que ha pasado desde que venció el primer acuerdo de cesión–. Llevamos años con renovaciones anuales o semestrales del préstamo. El Ministerio de Cultura, el de Hacienda y Patrimonio son los tres estamentos que tienen que ponerse de acuerdo».

Arreglar su situación fiscal

Hay que recordar que la baronesa firmó el 24 de febrero de 2000 un acuerdo con el entonces ministro de Cultura, Mariano Rajoy, que incluía una serie de normas fiscales que ahora, al parecer, no se estarían cumpliendo. «Deseo la interpretación de las normas fiscales, que son de aplicación, tanto en la cesión como de mi dedicación a la misma, y que se firmaron con el Ministerio de Cultura el 24 de febrero de 2000. Se suponía que ese acuerdo era formal. Yo necesito poder estar tranquila a la hora de asistir a los eventos que tengo como presidenta vitalicia de la Fundación Thyssen o como presidenta del Museo Thyssen de Málaga», dice.

A pesar de que muchas veces Tita ha denunciado un «acoso fiscal», ahora es más cauta al pronunciarse. Pero, ¿se siente maltratada fiscalmente? «No, ni muchos menos, pero hay que arreglar mi situación fiscal». Sobre cómo está su relación con el ministro Cristobal Montoro, la baronesa saca a relucir su gran sentido del humor: «Nos intercambiamos christmas por Navidad, en los que incluso me tutea».

Otra de las cuestiones que se ha barajado durante los últimos meses es la posibilidad de que Tita pudiera vender su colección a otro país. La mecenas nos confiesa: «Mi deseo es que permanezcan aquí y pueda ser admirada por la gente de forma permanente. Mi intención sigue siendo la de poder exponer parte de mi colección en muchos países de forma temporal porque creo que eso beneficia claramente al Museo».

Necesito liquidez para mantener mi colección»

La baronesa, sin embargo, no descarta, si fuera necesario, y muy a su pesar, la posibilidad de vender alguno de los cuadros de su colección: «Es una pena. Me duele como coleccionista, pero yo necesito liquidez para mantenerla. No descarto la venta de otro de mis cuadros. Ya tuve que desprenderme de La esclusa, de Constable, aunque en un primer momento le di la opción al gobierno español, pero no pudo ser».

Renunció a su herencia

También nos comenta: «Yo ya he hecho muchos esfuerzos. Para que la colección de mi marido estuviera aquí, tuve que renunciar a mi herencia». Y es que uno de los puntos que exigieron los hijos del barón para permitir que la colección viajara a España es que la mujer de su padre tenía que renunciar a parte de su herencia.

Así lo contó la misma Tita al quien escribe esta crónica en su momento: «Yo tuve que comprar las casas donde vivo, las joyas, los coches… Todo. Tuve que renunciar a mucho para que se firmara ese acuerdo».

Aunque Tita confiesa que ese acuerdo por el que está luchando podría ser de muchas maneras: «A largo plazo o incluso de forma definitiva, pero para eso hay que sentarse y firmar un buen acuerdo». Tita lleva un año residiendo en Andorra, tiempo que coincidió con el traslado de su hijo a Londres.

Actualmente, las relaciones entre ambos son inmejorables: «Mi relación con Borja es muy buena. Me está ayudando mucho en la gestión de la colección. Estará conmigo en la inauguración». Aunque lo cierto es que son pocas las veces que la baronesa y su hijo pueden compartir tiempo juntos. Incluso, a día de hoy, hay quienes aseguran que jamás se producirá la foto familiar con todos juntos: las gemelas Carmen y Sabina, su madre y su hermano Borja.

Al ser preguntada si se siente sola, Tita lo tiene claro: «No me siento sola. Nunca me he aburrido en mi vida, jamás. No sé lo que es la palabra aburrimiento, tengo nostalgias terribles de seres queridos que están en el cielo, pero no me siento sola».

«Siempre seré la baronesa»

La baronesa quiso aprovechar esta entrevista para aclarar otra de las cuestiones que se han publicado sobre su interés en recibir un titulo nobiliario: «No tengo ningún interés. Nunca lo he pedido. Yo soy la baronesa Thyssen y así quiero seguir llamándome hasta que me muera«. También respecto al amor Tita Cervera lo tiene claro: «No volveré a casarme».

Según nos cuenta un abogado que conoce bien el caso, lo que pide la baronesa para cerrar el acuerdo no es nada descabellado: «En su momento, en el año 2000, el acuerdo que firmó con Mariano Rajoy, ministro de Cultura entonces, consistía en tener excepción fiscal. Una excepción que está prevista para todos aquellos que cierren acuerdos de colaboración con el estado español en materia de cultura a título gratuito. Esto se ha dado en varios sectores. Por ejemplo, cuando fueron las Olimpiadas de Barcelona, hubo equipos deportivos que se tuvieron que instalar en la Ciudad Condal más tiempo del permitido de acuerdo a la norma fiscal y a esas personas se les eximió. Igual que a algunos equipos de la Copa de América. Si el Gobierno pretende que ella asista a inauguraciones, actos culturales y que tenga que estar mucho tiempo en nuestro país para ocuparse de la Fundación, lo que no es de recibo es que le exijan hacerse residente fiscal en España», concluye el letrado.

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