Precedido por un récord de audiencia que lo consagró como el humorista del año, José Mota regresa a TVE más apocalíptico y divertido que nunca con un programa, El acabose, que mezcla la ficción con elementos propios de un ‘late night’. El manchego viene dispuesto a hacernos reír cada miércoles.
Corazón ¿Cómo surge la idea de ‘El acabose’?
José Mota Todo arranca con Operación: ande andarán. En programas anteriores nos habíamos guiado por películas conocidas, pero en esta ocasión decidimos generar una ficción propia, con sus tramas, sus personajes… Vivimos en tiempos en los que la información es poder, y se me ocurrió preguntarme qué pasaría si la información que ahora mismo se acumula en lo que llamamos ‘la nube’ se cayera literalmente al suelo y se descubrieran los secretos de todo el mundo, lo que pensamos de los demás, lo que ocultamos. Sería ‘el acabose’ de nuestra civilización por culpa de una Operación Wikileaks a escala mundial. Y eso lo situamos en el año 2028, lo que me permite ironizar sobre la actualidad desde la perspectiva de un futuro apocalíptico.
C. Esta la parte de ficción, pero luego tiene invitados famosos, entrevistas…
J.M. Es lo que más me gusta de este nuevo proyecto, que me permite combinar esa fantasía con la actualidad, con la frescura del directo, con la complicidad de los famosos que vienen cada semana… Tenemos una especie de hangar en el que se hace el programa, es un decorado de continuidad con público, entrevistas y personajes que entran y salen, como en un late night. Eso me permite jugar con las reacciones de la gente, interactuar, pulsar en directo las reacciones. Tendremos también colaboradores para hacer distintas secciones, como por ejemplo, las biografías imposibles. La idea es que, en ese futuro, los invitados son supervivientes que vienen a contarnos qué hacían cuando sucedió ‘el acabose’, qué han estado haciendo estos años, bromean sobre su pasado y participan en los ‘sketches’…
C. ¿Supervivientes en el 2028? Ahora entiendo que aparezca Jordi Hurtado…
J.M. (Ríe) Con él jugamos a Saber y colonizar. Pero no es el único… En realidad son todos los protagonistas de nuestro presente, con los que vamos a jugar.
C. ¿Y los políticos dan mucho juego?
J.M. Yo quiero contar con ellos, pero no para hablar de política, sino para descubrir su lado humano. Y, además, deben participar en los sketches conmigo, así que deben relajarse, disfrutar y ser cómplices. Ha sido el caso de Revilla, con el que hemos grabado cosas muy divertidas. Y espero hacer otras tantas con Monedero, Cristina Cifuentes…
Donald Trump es una caricatura en sí mismo»
C. En Estados Unidos los programas de humor se han disparado en audiencia gracias al efecto Donald Trump.
J.M. Es normal. Por un lado, la política nos afecta a todos, y más la de un presidente de los Estados Unidos. Por otro, el personaje ya parece una caricatura de sí mismo con su pelo, su forma de hablar. Y eso da mucho juego. Pero, ¡menos mal que no existen muchos como él!
C. Además de todo esto el programa también cuenta con números musicales…
J.M. Sí, hemos grabado alguno, pero estamos valorando la posibilidad de hacerlos en directo. Creo que aporta un elemento de show que puede darnos más frescura.
C. ¿Cómo define su humor?
J.M. Mi humor no es sangrante. Nunca cuestiono el lado personal de quien parodio, no me interesa. Golpeo con guante blando, pero diciendo las verdades.
Corazón Es curioso cómo ha llegado a conectar con el público infantil.
J.M. No ha sido buscado. Tal vez se deba a que la propia estructura del programa, con ‘sketches’ que funcionan como viñetas, les llama la atención por su ritmo. O algunos personajes como El tío de la vara… A los críos les hace mucha gracia