Max define discurso de presidente Fernández como de campaña y olvida mayoría no vive en torres

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SANTO DOMINGO.- El doctor Max Puig definió como un discurso de campaña el pronunciado por el presidente Leonel Fernández ante la Asamblea Nacional, al tiempo de señalar que el mandatario al parecer creyó que el país era un Nueva York chiquito al  ver desde el aire los rascacielos criollos, olvidándose que la mayoría del pueblo dominicano no vive en torres, sino en un mar de precariedades.

Max Puig. Archivo.

El candidato presidencial de la Alianza por la Democracia sostuvo que el jefe de Estado, en su comparecencia ante la nación, dejó de lado el abordaje de los graves problemas nacionales y no rindió cuentas sobre el desempeño del gobierno en el último año.

Deploró que las mujeres hayan estado ausentes del discurso del presidente Fernández, subrayando que no hubo una sola palabra sobre la desigualdad de género, los feminicidios y la discriminación de la mujer.

Lamentó también que el presidente no se haya referido a la imprescindible depuración de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas, para responder a la infiltración de que han sido objeto estas instituciones.

Dijo que se han creado formalmente los instrumentos de lucha contra la corrupción pero no se perciben resultados concretos al respecto.

Añadió que lamentablemente la impunidad como mal social predomina, lo que estimula conductas antisociales y hace que la República Dominicana sea considerada como una gran lavandería de dinero sucio por acreditados observadores internacionales.

Sentenció que para enfrentar estos males es evidente la  falta voluntad política en el gobierno dominicano.

Al retomar el tema económico, Puig sostuvo que la economía dominicana se caracteriza por su bajo nivel de ahorro y que, sin embargo, el presidente Fernández no tocó un aspecto de fondo precisando que los déficits de los últimos años han sido cubiertos mediante el recurso al endeudamiento externo e interno.

Apuntó que para el presidente Fernández desarrollo es igual a consumo. Dijo que, sin embargo, el desarrollo es inseparable del crecimiento del capital humano de una nación.

“Si bien es cierto que la sociedad dominicana ha crecido económicamente los últimos años no es menos cierto que la desigualdad social se ha profundizado en el país”, subrayó.

Y a seguidas agregó:

“No es lo mismo mitigar la pobreza que sacar las personas de la pobreza. Si se entregan cada vez más tarjetas es porque un número muy considerable de dominicanos y dominicanas se mantiene en la pobreza y se les ayuda a sobrellevarla con los pequeños aportes que reciben”.

El político y sociólogo dijo que ha insistido en que la mejor política social es la promoción del empleo productivo y que a esto no se refiere el gobernante.

Agregó que la clave para entender la realidad es que la economía dominicana no está teniendo capacidad para ofrecer empleo a los jóvenes que entran a la edad laboral cada año, y que por tal razón no baja el desempleo.

Precisó que la situación es más grave aún cuando vemos que los empleos creados en los últimos años son correspondientes al motoconcho, al trabajo en colmados y salones de belleza y al trabajo doméstico remunerado.

Para Puig esto significa que hay una marcada ausencia de  empleos de calidad, bien remunerados y con acceso a la seguridad social.

¨El presidente Fernández se extendió a propósito de las obras de infraestructura edificadas bajo su mandato. Sin embargo, dejó de lado lo que debió ser lo esencial, el estímulo a la producción, a la productividad y a la competitividad¨, puntualizó.

El candidato presidencial reiteró que ha planteado el agotamiento del modelo de crecimiento económico con injusticia social en base al cual ha funcionado la economía dominicana durante medio siglo.

Expresó que éste debe ser sustituido por un modelo de desarrollo solidario que haga del ser humano el sujeto esencial de las políticas estatales.

Sobre la educación, apuntó que es evidente que las inversiones enumeradas por el presidente Fernández no han dado los resultados esperados, ya que República Dominicana tiene los peores resultados de la región centroamericana.