Más allá de Frida Kahlo: La otra gran pintora surrealista que tuvo México

La pintora surrealista Remedios Varo, preocupada tanto por la ciencia como por la alquimia, realizó en México —su país de acogida y donde murió— la mejor parte de una obra que, en las últimas décadas, ha ganado adeptos en América Latina y Estados Unidos.

Varo compartió con otros grandes pintores que residieron en México —como Frida Kahlo, Diego Rivera y su amiga Leonora Carrington— un contexto donde la pintura muralista y surrealista convivieron con un ambiente político que reivindicaba la Revolución mexicana aunque, al igual que Kahlo, nunca quiso adherirse a ninguna corriente artística de manera específica.

En cualquier caso, esta pintora excepcional creó un referente íntimo, lúdico y con una serie de intereses constantes que pasaban por el psicoanálisis, la literatura, la naturaleza y el ocultismo.

Hasta el próximo 5 de febrero, el Museo de Arte Moderno de Ciudad de México (MAM) exhibe 39 ‘collage’, bocetos, pinturas al óleo y anuncios publicitarios de Remedios Varo. Esa colección incluye obras como ‘Vagabundo’ (1957), ‘Mujer saliendo del psicoanalista’ (1960) o ‘Mimetismo’ (1960).

Exilio

Nacida en 1908 en Gerona (Cataluña, España), Varo se casó joven con el pintor Gerardo Lizárraga. Una vez separados, fue partidaria del lado republicano durante la Guerra Civil de España y huyó a París (Francia), donde entró en contacto con los surrealistas.

Ante la instauración del régimen fascista de Vichy en la Francia ocupada, y tras un breve encarcelamiento por esconder a un desertor del Ejército francés en 1939, se marchó a México con el poeta Benjamin Péret gracias a la política de refugio que otorgó a varios españoles el presidente mexicano Lázaro Cárdenas.

Varo aseguró que llegó a ese país latinoamericano «buscando la paz que no había encontrado ni en España ni en Europa» ya que, para ella, resultaba «imposible pintar entre tanta inquietud».

Aventuras en el Orinoco

Durante tres años, Remedios Varo viajó a la Venezuela profunda para acompañar a su hermano Rodrigo y a su madre en una exploración francesa del río Orinoco. Allí, realizó dibujos para una campaña contra el paludismo y envió imágenes publicitarias para la compañía farmacéutica Bayer.

Su futuro esposo, el refugiado austriaco Walter Gruen, relata que Varo tuvo que buscar oro en esa región para financiar su regreso a México. De ese viaje quedó un boceto, un óleo y un estudio de plantas y mosquitos, pero la obsesión de la artista por la alquimia, la ciencia, los viajes y la aventura reflejada en ‘La exploración de las fuentes del río Orinoco’.

En videos de Madonna

Remedios Varo falleció el 8 de octubre de 1963, a los 54 años, aunque el periodista Javier Aranda asegura que «hay artistas que crecen con su muerte, cuando ya solo son sus obras».

En las últimas decadas, la obra de esta artista cobró más valor; en particular, desde que Gruen donó algunas pinturas que adquirió al MAM. Esa operación desató una polémica con la sobrina de Varo, Beatriz, quien se declaró heredera universal de todos los trabajos de la pintora. Tras un litigio, las obras quedaron en manos de las instituciones culturales del Estado mexicano.

Hoy en día, Remedios Varo ha cobrado tal fama que hasta artistas como Madonna se inspiran en su legado.

Al-Dabi Olvera

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