Manejo del vertedero de Rafey y el desarrollo local

Por José Jἀquez 

El Vertedero de Rafey, es el basurero a cielo abierto más amplio de la región del CibaoOcupa  unos 171, 000.00 metros cuadrados de terreno, de las parcelas 243 DC 6, 244 DC, para recibir las toneladas de basura que produce un municipio con casi un millón de habitantes. La administración le corresponde al Ayuntamiento de Santiago,  tal como establece la ley de municipios.  

El manejo de este lugar se torna complejo debido a  que se requiere formación y capacidad técnica en el área para organizar el destino final de los desechos sólidos y la solución de los resultados no deseados de la basura.

La presencia del Vertedero de Rafey, ha representado una oportunidad de negocios para autoridades del ayuntamiento,  pues han reducido la responsabilidad del gobierno local para contratar empresas privadas. Esta línea de posible solución al manejo de la basura ha sido calificado  como negocios de dirigentes políticos,  a quienes se atribuye la propiedad de empresas colectoras que han sido beneficiadas con los contratos de recogida y traslado de los desechos.

La cercanía de barrios en el área del vertedero, la depresión del sector zonas francas, cuyo parque principal se encuentra en el área Oeste de Santiago, la deserción escolar de años pasados, son entre otras las principales razones de la presencia de particulares en la dinámica de operación del vertedero de Cienfuegos. Lo correcto hubiese sido lograr desde el principio (1963-1966 administración de Jorge Gobaira) que solo  entraran empleados del ayuntamiento al lugar. Pero no ocurrió así. 

La actividad de bucear o buscar en las toneladas de basura en el basurero se convirtió con los años una vía de sobrevivencia para padres y madres de familia, para hijos de buzos o recicladores como les gusta que le llamen, para jóvenes solteros con poca preparación académica, para niños y niñas que por años fueron a aquel lugar. Los menores en el vertedero, precisamente han sido tema de preocupación de fundaciones como Niños con una Esperanza y otras que han contribuido a sacar a los menores del vertedero.

Un censo realizado en el año 2009 en el barrio Santa Lucía por la  Junta de Asociaciones Coronel Rafael Fernández Domínguez JACARAFE, sobre la economía de las familias del barrio, sobre todo, los que trabajaban en el vertedero arrojό el dato de que los  ingresos eran muy  interesantes en las   familias que dependían  del Vertedero de Rafey. Cabe destacar que la Cámara de Comercio y Producción de Santiago organizó importantes cursos de capacitación  para los trabajadores del reciclaje,  casi todos residentes en Santa Lucía.

Con el Programa de Mejoramiento del Barrio Santa Lucia La Mosca , surgió la creación de la Asociación de Recicladores del Vertedero de Rafey es un esfuerzo que correspondió a la Fundación Solidaridad,  a requerimiento de la Xunta de Galicia, España coordinado con el Ayuntamiento de Santiago. Junto a la Asociación de los buzos recibieron registro de acuerdo a la Ley 122-05 sobre organizaciones sin fines de lucro, obtuvieron su código en el  Registro Nacional de Contribuyentes RNC,  en la Dirección General de Impuestos Internos DGII, el Club de Madres Santa Lucía, El grupo Juvenil por un Futuro Mejor del barrio Santa Lucia, La Asociación de Madres Santa Rita, entre otras. Por tanto queda claro que la Asociación de Recicladores de Rafey tiene su registro legal y es miembro de la Red de Recicladores de América Latina REDLACRE.

Control del Vertedero de Rafey y las consecuencias para la población de Santiago Oeste.

El Vertedero de Rafey es un gran agente contaminante por su alto nivel de  polución, la generación de humo, los fuertes olores, los cuales convierten a Cienfuegos y sus comunidades en la zona de mayor cantidad de pacientes afectados de enfermedades  respiratorias en sentido General. La gran cantidad de humo quita el sueño y va matando a plazo a miembros de  miles de familias a lo largo y ancho del territorio del oeste. Cienfuegos tiene un hospital que debiera ser especializado en enfermedades respiratorias y su personal capacitado en neumología, pero no está preparado ni para medicina general porque como todos los centros del sistema de salud no tiene los equipos y los medicamentos  necesarios.

La generación  del humo del vertedero queda sin responsables visibles porque los manejadores en la administración municipal  históricamente han culpado a los recicladores. Sin embargo, se sabe que no tiene sentido que los que viven de lo que encuentran en la basura provoquen fuego que le impediría el trabajo. La basura que se quema deja de ser útil. Las autoridades del Ayuntamiento de Santiago, que tienen la responsabilidad directa del vertedero ocultan su incapacidad  buscando como culpables a los más débiles del escenario. Mientras ocurre el teatro mueren personas por la acumulación del malestar provocado en una gran área de Santiago Oeste y otras áreas de Santiago de los Caballeros.

El vertedero de Rafey debe ser convertido en una oportunidad de generación de energía, generación de empleos y generación de riquezas, a la vez que debe manejarse de la forma más adecuada para amortiguar el impacto ambiental que afecte menos a la salud de la población. La administración  técnico-científica de la basura debe convertir ese basurero de un problema a la solución de contaminación siempre tomando en cuenta a los actores, es decir, a los recicladores que tienen un derecho adquirido en aquel lugar, por tanto ellos tienen que ser parte de la solución.

Los problemas generados por el mal manejo del Vertedero de Rafey  es de carácter municipal, así como la falta de inversiones en infraestructuras municipales, como  un mercado , pavimentación y bacheo de calles, ornato y limpieza, organización del tránsito, organización de servicios soterrados, construcción de infraestructuras deportivas, ordenamiento territorial. La solución de esos problemas está en manos de personas que le duele la suerte de la población del Santiago Oeste. El problema generado por el Vertedero de Rafey y los demás problemas que afectan  al Ingenio, Cienfuegos y más de sesenta comunidades tienen solución en la aprobación de la ley que crea el municipio Santiago Oeste y la puesta en marcha de un  ayuntamiento que asuma el reto de una administración que se esfuerce con la visión de la ciudad del futuro.