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Del Jacaguero.com
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El dirigente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Luis Abinader, sometió al Congreso Nacional a través del Bloque de Diputados de esa organización política un anteproyecto de ley que sancionaría con la pena máxima a las personas condenadas más de dos veces por la comisión de crímenes con violencia.
Abinader, quien ha sido anunciado como candidato a la vicepresidencia de la República en la boleta que encabezará el ingeniero Hipólito Mejía definió su propuesta como el equivalente a la Ley los tres Strikes que ha contribuido significativamente a frenar la criminalidad en Estados Unidos.
El joven economista y empresario propone específicamente que se agregue un párrafo al artículo 58 del Código Penal para que rece en lo adelante: “El que no obstante haber sido condenado por segunda vez por un crimen llevado a cabo con violencia, incurra en una tercera violación de igual categoría, se le aplicará la pena máxima contemplada en este código para cualquier hecho”.
Dijo que el objetivo de su propuesta es reducir los crímenes y la inseguridad mediante un aumento progresivo de la pena sin violar la ley ni violentar los derechos humanos.
Indicó que la iniciativa está inspirada en un modelo similar aplicado en Estados Unidos, donde solo en California su aplicación ha logrado evitar a los ciudadanos de ese estado un promedio de un millón de delitos graves o violentos, impidiendo a la vez que diez mil californianos fueran asesinados desde su aprobación en el año 1994.
El licenciado Abinader presentó el ante proyecto a través del Bloque parlamentario del PRD, representado por los diputados Nelson Arroyo, Alberto Atallah, Juan José Morales Cisnero, José Santana, Alexis Jiménez, Josefa Castillo y Carlos Gabriel García, entre otros legisladores
El documento sometido expone en sus consideraciones que la inseguridad pública constituye un motivo de ingobernabilidad que se expresa en pobreza, corrupción, déficit en el desarrollo e inequidad en la distribución de los ingresos y oportunidades, sin excluir la impunidad como elemento fundamental de estímulo a la conducta delincuencial.
Plantea la necesidad de generar mecanismos eficaces para poner límite a la violencia social, ya que ese fenómeno deteriora el clima de inversión imprescindible para impulsar el desarrollo del país, a la vez que promueve un capital social perverso y mafioso y aumenta la brecha social por afectar a los más pobres y desprotegidos