Después de ocho años en los que ha sido imposible pillarla en un renuncio en su labor como Primera Dama, Michelle Obama abre el próximo capítulo de su vida con un objetivo fácilmente previsible: unas vacaciones. Sin embargo, la vida continúa y por fin llega el momento de que la mujer que mayor huella ha dejado como consorte de un presidente estadounidense piense en su propia carrera profesional: no olvidemos que su reputación como abogada no solo era buena, sino que era mejor que la del mismo Barack Obama.
Según declaraciones a ‘The Washington Post’ de Melissa Winter, jefa del equipo de la ex Primera Dama durante sus años en la Casa Blanca, Michelle Obama piensa seguir con su labor de embajadora de las causas benéficas que ha apoyado estos últimos años. En sus planes inminentes está montar su propia oficina con parte de dicho equipo para desarrollar su trabajo futuro. Si embargo, de momento ha de concentrarse en poner en marcha su nueva casa en Washington, donde la familia vivirá al menos dos años, hasta que Sasha termine el instituto.
Sobre la mesa de la matriarca de los Obama si sitúa, sin embargo, un trabajo que no podrá posponer mucho: una oferta multimillonaria para escribir sus memorias de su paso por la Casa Blanca. “Probablemente hay varios libros que Michelle tiene en mente”, ha declarado su colaboradora. “Creo que sería una autora infantil estupenda. Sobre sus memorias, no hemos hablado seriamente del tema, pero creo que un libro sería una manera muy natural de cerrar estos años”.
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