Los países europeos violan los derechos básicos de los inmigrantes

Servicios/Caribbean Digital

Una investigación sobre la situación de los inmigrantes identificó la extrema pobreza como una consecuencia de las políticas estatales excluyentes

Foto de archivo.

Bruselas, 28 de marzo de 2011 – En toda Europa, miles de inmigrantes no pueden acceder a la educación, la atención sanitaria, al alojamiento, a los servicios sociales ni a las oportunidades laborales.

Mañana por la mañana, el JRS presentará evidencias de primera mano de cómo las políticas gubernamentales contribuyen directamente a la indigencia de los inmigrantes en el continente.

La presentación, que tendrá lugar en Les Ateliers des Tanneurs, en Bruselas a las 09:10, contará con tres conferencistas:

  • Simon Tesfamichael, refugiado eritreo que hablará de su experiencia en la indigencia en Italia
  • Louise Zanré, directora del JRS UK, que describirá cómo las políticas estatales hunden a los inmigrantes en la miseria, en base a su contacto diario con inmigrantes indigentes en Londres.
  • Stefan Kessler, responsable de políticas y advocacy del JRS Europa, hará recomendaciones políticas a partir del informe de 2010, Viviendo en el Limbo, sobre la extrema pobreza de los inmigrantes en 13 países europeos.

“La actual crisis de los inmigrantes en la isla de Lampedusa es un indicador de la incapacidad de Europa de proteger los derechos más básicos de los inmigrantes. Si los estados de la UE no pueden proteger los derechos de los inmigrantes a corto plazo, corren el riesgo de alimentar la miseria a largo plazo. La indigencia es un círculo vicioso hacia la indignidad humana. Una vez los inmigrantes quedan atrapados en ella es difícil y caro sacarlos de esa situación”, dice Kessler.

La investigación, llevada a cabo en los últimos seis años, por el JRS demuestra que la indigencia es una consecuencia de políticas estatales excluyentes. A modo de ejemplo está el caso de los inmigrantes que no pueden ser retornados debido a circunstancias que escapan a su control, como la violencia en sus países de origen. Les está permitido permanecer en Europa, aunque sin ningún tipo de apoyo económico y social. Esta exclusión les hace vulnerables al racismo y a la xenofobia.

“La indigencia es una violación de los derechos humanos. Sumir en la miseria a los inmigrantes contraviene los valores de la Unión, el respeto por los derechos humanos de todas las personas en Europa”, añadió Kessler.

El JRS ha tejido una amplia red – incluyendo sindicatos, asociaciones médicas, expertos en educación y organizaciones que trabajan la inmigración – para desarrollar estrategias comunes que de soluciones a la miseria de los inmigrantes en Europa. Aunque la naturaleza y profundidad de los problemas difieren de un país a otro, está claro que la UE tiene que jugar un papel ofreciendo soluciones comunes.

“Simplemente, no tiene que ser así. La UE es perfectamente capaz de establecer y aplicar leyes que permitan a los estados miembros apoyar mejor a los inmigrantes. Por su parte, los gobiernos están en condiciones de aplicar políticas que permitan a los inmigrantes ser autosuficientes, incluyendo el acceso al mercado laboral formal, a la educación y a la formación profesional, y a una atención sanitaria adecuada”, afirma Kessler.

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Nota para los editores:

  • El Servicio Jesuita a Refugiados acompaña, sirve y defiende a los solicitantes de asilo, refugiados y desplazados forzosos en más de 50 países de todo el mundo. En Europa, el personal y voluntarios del JRS está presente en 12 países.
  • Para ver el programa de la conferencia, ver  www.jrseurope.org.

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