Los otros embajadores de España

e cumplían los primeros mil días del Reinado de don Felipe y, aunque el Rey dijo que «no había reparado» en el aniversario, al final lo acabó celebrando de forma espontánea con el público que le acompañaba en la entrega de las acreditaciones a los nuevos embajadores de la Marca España, entre ellos la bailaora Sara Baras, que habló tan bien como baila. Al lado del Rey se encontraba doña Letizia, vestida de Marca España: abrigo rojo de Zara, blusa de Roberto Verino, bolso de Carolina Herrera y zapatos de Magrit.

El acto, presentado por la periodista Gloria Lomana, transcurría con el programa previsto hasta que tomó la palabra Carlos Espinosa de los Monteros, alto comisionado de la Marca España. «Felicidades por los mil días», dijo a los Reyes, y en ese momento el público le interrumpió con un sonoro aplauso.

Los Reyes han sabido ganarse el respeto de los españoles»

espinosa de los monteros

Don Felipe se levantó, dio las gracias con un gesto y rápidamente se volvió a sentar. «Los Reyes han sabido ganarse día a día el afecto y el respeto de los españoles, y en el extranjero nos ven con envidia por nuestros Reyes», agregó Espinosa de los Monteros. «Quiero agradecer, en nombre de todos los españoles el trabajo que habéis hecho», añadió.

La ceremonia continuó con otras intervenciones y vídeos, y con la entrega de las acreditaciones a los siete nuevos embajadores honorarios de la Marca España, un grupo de personas que, como dijo el Rey, «genera en todos nosotros un sentimiento de verdadero orgullo como españoles».

Además de Sara Baras, fue reconocido el futbolista Andrés Iniesta, que no pudo acudir al acto, por lo que su padre, José Antonio Iniesta, fue el que recogió la acreditación. Lo que sí hizo el futbolista del Barça fue enviar un vídeo con su mensaje de agradecimiento: «Para mí es una responsabilidad intentar, mediante los valores que tengo y los del deporte, que la marca España siga lo más alto posible. Eso es lo que intentaré desde mi persona y lo que he intentado hacer siempre».

Tras oírle, don Felipe recordó el «gol prodigioso» que marcó en la final del Mundial de Sudáfrica 2010 y dijo que Iniesta es un ejemplo de que «se puede ser grande desde la sencillez y teniendo los pies en la tierra».

También fue nombrado embajador honorario el empresario Francisco Martínez Cosentino, fabricante de las famosas encimeras Silestone. Como dijo el Rey, Cosentino ha sido capaz de edificar «a partir de un pequeño negocio familiar» de explotación de una cantera de mármol en Macael (Almería) un «grupo empresarial líder en el mundo» y presente en 80 países.

Igualmente fueron nombrados embajadores el empresario Gabriel Escarrer, del Grupo Meliá, que tiene 370 hoteles en 43 países y da empleo a 42.000 personas, y el científico Juan Ignacio Cirac. Además, el Rey entregó el reconocimiento al Real Instituto Elcano, que recogió su director, Charles Powell, y a la Obra Social la Caixa.

Fue entonces cuando Sara Baras dirigió unas palabras en nombre de los nuevos embajadores. Al verse convertida en una «referencia para la sociedad», la bailaora recordó a sus maestros, «gente humilde y grande al mismo tiempo, capaces de contagiar grandeza, pero también de enseñarte la importancia del sacrificio, del esfuerzo, de la dedicación, de amar lo que uno hace, de dejarse el alma. De que las cosas bellas se construyen con esfuerzo».

Baras contó que había recorrido el mundo y llevado «un pedacito de España a muchos países», y que esa experiencia le sirvió para darse cuenta de que «España es un país maravilloso» del que «estoy orgullosa de ser su embajadora».

Como es habitual, el acto lo cerró don Felipe, pero antes de pronunciar el discurso, improvisó una reflexión sobre sus primeros mil días de reinado. «Lo que es evidente es que estamos en los inicios, porque es una carrera larga y un compromiso de larga duración al servicio de los españoles», dijo y añadió: «Aunque uno esté en la cúspide del Estado, hay que mantener los pies bien pegados a la tierra y seguir aprendiendo con humildad».

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