Por Domingo Hernández
Arrancaron el pasado miércoles los Juegos Deportivos de la Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.
Se trata de un evento adulto, que ya alcanza su versión número 50, la cual honra al teniente general Rubén Darío Paulino Sem, Ministro de Defensa.En otras palabras, es una tradición.
Por este certamen ha desfilado lo mejor de lo mejor del olimpismo nacional y su historia está plagada de figuras que por años han dado brillo al deporte dominicano en justas internacionales de primer orden.
La razón fundamental de este concepto es que, la inmensa mayoría de los grandes atletas olímpicos dominicanos, por diversas razones, entre ellas la económica, han pertenecido tanto a las Fuerzas Armadas y demás instituciones castrenses, como a la Policía nacional.
Al afiliarse a estas entidades, tienen el apoyo para continuar sus carreras en las diversas disciplinas que practican, desarrollarse como tal, recibir una disciplina militar que a la vez los forma como ciudadanos correctos, y ser remunerados económicamente para poder costearse sus gastos y el de sus familias.
Ello explica el por qué muchos atletas con talento, quienes por lo general suelen ser de orígenes humildes, ven en su afiliación a los organismos militares y policiales la panacea a los problemas que les aquejan en un momento determinado de sus vidas.
Ejemplos hay muchos en ese sentido, pero posiblemente los más conocidos son los casos de deportistas como: Félix Díaz, campeón olímpico en boxeo, y Luguelín Santos, subcampeón olímpico en atletismo,entre muchos otros que han dado lustre al deporte doméstico en playas extranjeras.
Esta realidad, además, hace de los Juegos Deportivos Militares uno de los de mayor nivel técnico y calidad competitiva.
Por esta razón, un evento de esta magnitud e importancia, se hace merecedor de mayor respaldo de las autoridades, en especial del Gobierno, mediante el Ministerio de Deportes, e inclusive, es prudente agregar, que la misma población pueda disfrutarlo de manera más abierta, con la celebración de sus competencias en escenarios masivos y de fácil acceso, en horarios cómodos para las grandes mayorías. Estos valiosos Juegos deben «sintonizar», familiarizarse más con el pueblo, llegar más directamente a las clases populares para que así éstas puedan apreciar en su justa dimensión a nuestros atletas élites…PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES: Después de Joe DiMggio (56 juegos consecutivos bateando de hit), el segundo puesto en ese renglón en el béisbol de las Grandes Ligas lo comparten William H. Keeler, Baltimore, 1897, y Pete Rose, Rojos de Cincinnati, 1978, ambos con un total de 44 partidos. !Suena la campana! !Climmp!