Los deportistas también pagaron con sangre ataque terrorista 11-S

Por Rafael Baldayac

Especial/Caribbean Digital

SANTIAGO, República Dominicana./ El mundo deportivo también pagó con su sangre y solidaridad el ataque terrorista del 11 de septiembre del 2001 cuando varios ex-atletas profesionales perecieron a bordo de los aviones secuestrados por los terroristas para impactar las Torres Gemelas, mientras otros murieron tratando salvar vidas, sin importarle el alto precio.

El mundo deportivo también pagó con su sangre y solidaridad el ataque terrorista del 11 de septiembre del 2001.

Cinco deportistas figuran en la lista de unas tres mil victimas de la tragedia, de la cual el pasado domingo 11 de septiembre se cumplieron diez años. Aquel fatídico día en el que Estados Unidos recibió el golpe más terrible del que se pueda tener memoria y en el que se cambió para siempre la historia de la humanidad.

Tres de los deportistas murieron abordo en cada uno de los aviones secuestrados por  la  red Al Qaeda, y que fueran impactados contra las edificaciones que simbolizaban el poder económico de los Estados Unidos.

Los  otros dos,  trabajaban y realizaban labores de rescates en el Centro Mundial del Comercio (World Trade Center) y sucumbieron entre las explosiones, los escombros y la humareda de ambas estructuras.

Aunque oficialmente las autoridades deportivas norteamericanas durante estos diez años no se han preocupado por elaborar un registro oficial de los deportistas muertos, ni se les ha levantado ningún monumento particular, una investigación de este periodista localizó estos cinco nombres hurgando en cientos de páginas cibernéticas y en memoriales virtuales.


Estos cinco deportistas caídos en el ataque y cuyos nombres estarán por siempre en el Museo Nacional del 11 de septiembre, inaugurado el pasado  domingo en la Zona Cero, eran los ex – jugadores profesionales de hockey sobre hielo Garnet –Ace- Baile y Mark Bavis, asi como Mike Weunberg y Marty Boryczewiski, dos antiguos peloteros de liga menor y Mari Rae, una renombrada entrenadora universitaria de gimnasia.

Garnet -Ace- Bailey

Granate Edward «As» de Bailey ( nacio 13 junio 1948 y murio  11 septiembre 2001) fue un canadiense jugador profesional de hockey sobre hielo, reconocido  buscatalento y miembro de equipos ganadores de la Stanley Cup . Murió a los 53 años, cuando el vuelo 175 de United Airlines se estrelló contra el World Trade Center de New York durante los atentados terroristas del 11 de septiembre del 2001.

Ace Bailey, al momento de su muerte vivia en Lynnfield , Massachusetts,  y trabajaba como director de programas de buscatalento del equipo de hockey Los Angeles Kings equipo de hockey. Su compañero Mark Bavis, buscatalento colegial de la misma organizacion, se encontraban a bordo del vuelo 175 de United Airlines – el segundo avión que golpeó el WTC . Bailey jugó hockey con los Edmonton Oilers  entre  1964 a 1967.

Como profesional, se incorporó a la Bruins de Boston  en 1968 y fue miembro de la Stanley Cup  equipos campeones en 1970 y 1972 . Más tarde jugó para los Reds Wings de Detroit , San Luis Blues y los Washington Capitals. En 10 temporadas en la NHL jugó 568, anotó 107 goles y dio 171 asistencias con 633 minutos de penalty.

Mark Bavis

Mark Bavis,  de 31 años de edad, era un  ex – jugador de hockey sobre hielo nativo de Boston, que murio como pasajero en el United Airlines Flight 175, durante los atentandos terrorista del 11 de septiembre de 2001.  Mark Bavis , hermano gemelo del entrenador asociado de Boston University (UB) trabjaba como scouts  y encuentro la muerte en esta tragedia. Bavis, que nacio en West Newton en las afueras de Boston, Massachusetts, agotaba su segunda temporada como scout amateur con Los Angeles Kings.

Jugó cuatro años en el equipo de hockey de la Universidad de Boston, donde su hermano gemelo, Michael, es un entrenador asistente. Cuando jugador era un delantero puro y duro que jugó en tres equipos de Final Four Terrier, y en dos ocasiones compartió el premio “Bennett McInnis Memorial Award”.

Bavis, viajaba con Ace  Bailey, su jefe como director de escuchas en Los Angeles Kings. La familia Bavis fundó The Mark Bavis Leadership Foundation, institución sin fines de lucro  creada «para perpetuar los principios por los que Bavis vivio, y con el que tocó las vidas de muchos. La fundación proporciona cada año becas a jóvenes  por valor  desde $ 1,000 a $ 5,000 para la matrícula escolar, programas de verano y otras actividades extracurriculares apropiadas.

Mari Rae
Mari Rae Sopper  (nacio el 19 de junio de 1966 y murio el 11 de septiembre de 2001), fue una entrenadora  de gimnasia en la UC Santa Barbara, California  (head coach of women’s gymnastics at UCSB) que fallecio siendo uno de  los pasajeros a bordo del vuelo 77 de American Airlines que se estrelló contra el Pentágono en Washington.  Mari-Rae estaba en camino a una nueva vida cuando  se movía a Santa Bárbara, California, donde ella había aceptado el puesto de entrenadora en jefe de la UCSB.

Ella compitió alrededor de cuatro años en el equipo de Iowa State Women’s Gymnastics  bajo el entrenador Mike Sharples. Después de salir del Estado de Iowa, Mari-Rae recibió un título de maestría en administración deportiva del norte de Texas y una licenciatura en Derecho de la Universidad de Denver College of Law.

Mari-Rae había sido entrenadora asistente y coreógrafa de gimnasia femenina en la Academia Naval de los EE.UU., antes de tomar el trabajo de la Universidad de California en Santa Bárbara. Ella y el resto de los pasajeros murio cerca de las  10:10 am (EDT) del 11 de septiembre  en ese fatídico vuelo.

El avion  también secuestrado, se estrella en el condado de Somerset, Pennsylvania, al sudeste de Pittsburgh. Los pasajeros muertos fueron recibidos como héroes por sus intentos (oído a través del teléfono celular las llamadas a sus familiares) para frustrar los planes de los secuestradores, mientras iban en el aire, ya que se asume que los secuestradores tenian como destino final llegar al Pentagon en Washington, DC.

Mike Weinberg

Michael T. Weinberg era un ex – jugador de beisbol profesional que murió a los 34 años de edad, nació el 19 de junio de 1967 ,  en labores de auxilio como miembro del departamento de  bomberos de New York. Weinberg era jugador destacado del equipo de beisbol bomberil neoyorquino, ya que había militado por dos años en las ligas  menores con la organización de los Tigres de Detroit, a nivel de clase A.

Era un destacado atleta de la St. John’s University que sobresalió en beisbol . Firmo como profesional en 1990 como jardinero a los 23 años , bateador derecho, militando con el conjunto Niagara Falls de la New York Pennsylvania y el siguiente con el Fayetteville de la Liga Atlantica Sur. En su paso por las menores dejo promedio de .226  (279-63) con 12 dobles, un triple , dos jonrones y 27 vueltas remolcadas en 85 juegos.

Weinberg estaba jugando golf, era un buen golfista también, cuando se unió al equipo de emergencia para rescatar a su hermana que trabajaba en el piso 72 del World Trade Center cuando este se desplomó, su pariente sobrevivió, pero el murió en la tragedia junto al  reverendo Mychal Judge  y el capitan Daniel Brethel, de la estación de bomberos Maspeth de Queens.

Marty Boryczewski

Martin Michael Boryczeweski, otro ex–pelotero profesional victima del ataque terrorista,  tenia 29 años de edad cuando perdió la vida en el piso 104 del World Trade Center. Nativo de Parsippany New Jersey,  jugó tres temporadas en las ligas menores. Como cátcher  firmó a los 21 años de edad, nació el 17 de agosto de 1972, originalmente con los Piratas de Pittsburgh en 1994 y luego con los Tigres de Detroit en 1996.

Con los bucaneros tuvo dos campañas, en la liga de novatos con Lethbridge y en clase A con Erie Sea, de la New Yok Pennsylvania y jugando en la clase A avanzada con Lakeland (Detroit) en Florida State League. En su carrera de liga menor acumulo promedio de .83  (164-39) con 4 dobles, un triple y 13 remolcadas en 61 partidos.

Con  29 años de edad, era uno de los empleados más sobresalientes de Cantor Fitzgerald Se convirtió en uno de los socios importante de la compañía. Cuando se produjo el ataque, su familia sabía que él estaría en la escena tratando rescatando víctimas, ya que tenia vocación de bomberos también


A una década del atentado del 11-S , el golpe más terrible del que se pueda tener memoria y en el que se cambió para siempre la historia de la humanidad, lo único certero es que el mundo cambió para siempre. Se dio paso a una nueva era: la guerra contra el terrorismo. Una etapa aún en curso, donde se enfrentan constantemente dos valores: la seguridad contra la libertad.

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