A Gustavo González no le habíamos visto nunca en un plató de televisión como el pasado miércoles. El colaborador no pudo contener las lágrimas al relatar que, efectivamente, se estaba divorciando de su mujer. Y confesando que su infidelidad con María Lapiedra había sido el motivo de esa separación.
Lapiedra aseguró en unas declaraciones a ‘Cazamariposas’ que Gustavo y su mujer, Toñi, llevaban sin convivir desde agosto y volvió a subrayar que ella no había sido una simple amante, sino que su relación se mantuvo durante ocho largos años.
Ahora, la ya expareja, casada en régimen de gananciales, tendrá que batallar por las propiedades. Según revela el portal de noticias Vanitatis, son dos las casas que tienen y que tendrán que repartirse durante el proceso de divorcio.
La pareja tiene un chalé en San Sebastián de los Reyes (Madrid), donde tienen -o tenían- establecido el domicilio familiar. La casa, de tres plantas, tiene unos 255 metros cuadrados a los que hay que unir 30 metros cuadrados más de jardín.
Además, tienen un apartamento en la playa, en Valencia, de algo más de 100 metros cuadrados. El mismo está ubicado en la localidad de Canet d’en Berenguer y fue adquirido por el entonces matrimonio en marzo de 2011.
Al margen de los bienes materiales, tendrán que poner sobre la mesa, además, la custodia del único de sus cuatro hijos que es menor de edad: el pequeño de ellos tiene tan solo cuatro años.
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