Limpiar y organizar la ciudad, una tarea elemental para el alcalde electo de Santiago

José Alfredo Espinal

Caribbean Digital

El liderazgo y el trabajo político de Abel Martínez se pondrán a prueba nuevamente cuando el 16 de agosto asuma la Alcaldía del Municipio de Santiago.

SANTIAGO, RD.- Abel Atahualpa Martínez Durán, es el alcalde electo del municipio de Santiago. Políticamente ha sido un hombre exitoso. Sus tres periodos como diputado y su larga temporada como presidente de la Cámara de Diputados y fiscal del Distrito Judicial de Santiago, así lo demuestran.

Abel Martínez. Foto de archivo
Abel Martínez. Foto de archivo

Martínez Durán tendrá, a partir del 16 de agosto de este año 2016, la responsabilidad de dirigir el segundo ayuntamiento más importante del país, donde tendrá que lidiar con amplias deudas sociales que la Alcaldía tiene con los santiagueros.

Limpiar la ciudad con la recogida de la basura, organizar el tránsito e impedir o anular rutas de “conchos” en la zona urbana y en los barrios, reparar y señalizar las calles y avenidas, construir aceras y contenes, están entre las principales tareas del nuevo gobernante del municipio.

Asimismo, transparentar los recursos en cuanto a los programas de inversión social, construcción de obras y empleomanía, son de los retos que deberá asumir el alcalde electo Abel Martínez Durán.

El nuevo incumbente del gobierno municipal a partir del 16 de agosto deberá, por su propio bien, accionar su política administrativa en consonancia con las prioridades de la ciudad, para su fortalecimiento y desarrollo.

Escuchar los diversos grupos y sectores de la sociedad, al margen de las banderías políticas que representen, permitir que lo asesoren en asuntos municipales que busquen mejoras para la ciudad, son ejes fundamentales para una gestión exitosa.

El alcalde electo de Santiago, para muchos, con un perfil político más allá de administrar un ayuntamiento, se convierte en el primer peledeísta que ocupará ese cargo desde el periodo 1990-1994.

Insisto, limpiar y ordenar la ciudad son retos que el nuevo alcalde deberá asumir en lo inmediato.

Abel tiene a su favor sus buenas relaciones con sectores empresariales y políticos de Santiago y el país. Su trato con los medios de comunicación ha demostrado en su hoja de servicio un índice positivo.

No obstante, el alcalde electo tendrá que accionar con cautela por las “conjeturas” de sectores políticos de su propio partido, aquellos que se vieron opacados durante el proceso electoral interno del PLD, al cual venció con apenas meses de una campaña agresiva y bien manejada.

Abel tiene la oportunidad de devolverle a Santiago su belleza y esplendor. Ha manifestado su deseo de hacerlo…ahora le ha llegado su turno de emprender sus proyectos a beneficio de una población que espera con ansias esos cambios municipales elementales.

Después del 16 de agosto, a trabajar…