Líder del Ku Klux Klan apoya a Jair Bolsonaro, con quien se siente identificado

Caribbean Digital

David Duke es el rostro más conocido del grupo racista más famoso de Estados Unidos: el Ku Klux Klan (KKK). Y la semana pasada durante un programa de radio hizo un inusual comentario sobre política brasileña: “Él suena como nosotros y también es un candidato muy fuerte”, afirmó sobre Jair Bolsonaro, el ultraderechista que ganó la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil.

“Es completamente un descendiente de europeos, tiene la apariencia de cualquier hombre blanco en Estados Unidos, Portugal, España, Alemania o Francia; y está hablando sobre el desastre demográfico que hay en Brasil y la gran criminalidad que existe allá, en los barrios negros de Río de Janeiro”, señaló Duke.

El KKK comenzó a actuar en Estados Unidos en 1865. Sus miembros con frecuencia usaban capuchas para proteger su identidad y hacer que sus acciones resultaran aún más atemorizantes para sus víctimas.

El grupo, que defiende la supremacía de los blancos sobre los negros y judíos, fue responsable de muchas de las torturas y linchamientos que ocurrieron con los negros en ese país

Duke, un historiador también conocido por negar el Holocausto, destacó la cercanía de Bolsonaro a Israel. Comparó lo que él llama la “estrategia” de Bolsonaro con la que, desde su punto de vista, habría adoptado el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Bolsonaro respondió por Twitter a las declaraciones de Duke. El candidato presidencial brasileño dijo que rechazaría cualquier apoyo “procedente de grupos supremacistas”.

“Yo sugiero que, para ser consistentes, ellos apoyen al candidato de la izquierda, al que le encanta segregar la sociedad. Explotar esto para influenciar una elección en Brasil es una gran estupidez. Es desconocer al pueblo brasileño, que es mestizo”, escribió.

Duke, quien fue uno de los organizadores de las manifestaciones en defensa de la supremacía blanca en la ciudad estadounidense de Charlottesville el año pasado, señaló a Bolsonaro como parte de un fenómeno nacionalista global, pero expresó tener reservas sobre él debido a su proximidad con los judíos, a quienes -en una clara muestra de antisemitismo- acusó de promover “un lavado cerebral en el mundo”.

“Él va a hacer cosas por Israel y creo que él intenta seguir la misma estrategia que Trump. Yo creo que Trump sabe que el poder judío está llevando a Estados Unidos al desastre, llevando a Europa y al mundo al desastre. Lo que él intenta hacer es ser favorable a los judíos nacionalistas en Israel como una forma de ganar apoyos”, señaló Duke.

A diferencia de Duke, Bolsonaro mantiene en su vida política una postura de cercanía hacia la comunidad judía y de defensa de la existencia del estado de Israel.

Hace dos años, mientras el Senado votaba sobre el impeachment contra la entonces presidenta Dilma Rousseff, Bolsonaro era bautizado en las aguas del río Jordán.

Durante la campaña electoral, el candidato reforzó su vínculo con Israel y prometió que, de ser elegido, expandirá las relaciones políticas, culturales y comerciales entre ambos países.

“Mi primer viaje como presidente será a Israel”, dijo Bolsonaro el domingo pasado durante una transmisión en directo en Facebook.

Al igual que el candidato brasileño, Trump respalda a Israel y apoya el alineamiento político con ese Estado, criticado en la ONU por motivar el asesinato y la represión del pueblo palestino.

En la publicación que hizo en su página web personal acerca del programa de radio, Duke se refirió al brasileño como “el increíble Bolsonaro” y, el lunes pasado, compartió un video con subtítulos en inglés en el cual el aspirante presidencial habla “en contra de la degradación de la familia” y sobre la “deconstrucción de la heteronormatividad”.

“La verdad es que los movimientos nacionalistas, que son básicamente proeuropeos, definitivamente están barriendo el planeta, incluso en un país en el que uno nunca lo habrá imaginado”, dijo Duke sobre el auge de Bolsonaro en la carrera presidencial de Brasil, donde las encuestas para la segunda vuelta le otorgan 59% de la intención de voto.

Días antes de los comentarios del exlíder del KKK, la agencia judía de noticias JTA clasificaba a Bolsonaro como un “candidato extremadamente proisraelí que divide a la comunidad judía por su retórica racista y homofóbica”, destacando que el brasileño “goza del apoyo apasionado de gran parte de los judíos” de su país.

El año pasado, en un discurso en el club judío Hebraica en Río de Janeiro, Bolsonaro criticó las “quilombolas” (palenques, asentamientos en los que se refugiaban los esclavos rebeldes en Brasil y en las que ahora viven sus descendientes) y dijo que sus habitantes “no sirven ni para procrear”.

 BBC