Leonel y Miguel firman acuerdo para ley del CNM.

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Santo Domingo.- El Presidente de la República, Dr. Leonel Fernández, líder del Partido de la Liberación Dominicana y el Ing. Miguel Vargas Maldonado, presidente del Partido Revolucionario Dominicano firmaron este lunes un pacto para que el Proyecto de Ley Orgánica del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) pueda ser, definitivamente, puesto en vigor por el Poder Ejecutivo.

Leonel y Miguel firman el acuerdo. Archivo.

Tras quedar superadas ciertas asperezas que crearon un debate nacional y una suerte de conflictos en torno a la citada pieza, paso previo para la designación de los miembros del Tribunal Superior Electoral (TSE) y el Tribunal Constitucional (TC), ha sido posible arribar a este auspicioso encuentro.

En el trascendente acto realizado en la PUCMM de Santiago, participaron el Lic. Reinaldo Pared, presidente del Senado y el Lic. Abel Martínez, presidente de la Cámara de Diputados quienes han tenido la responsabilidad legislativa de conocer, estudiar y sancionar el crucial Proyecto de Ley y como testigos Monseñor Agripino Núñez Collado y Milton Ray Guevara.

Ha sido, sobre todo, el Lic. Abel Martínez quien ha desarrollado una intensa e inagotable actividad entre las diferentes fuerzas políticas de la nación y en los diversos sectores de la sociedad dominicana para, sin renunciar a la autoridad que le confiere la Constitución al estamento legislativo de acometer y producir leyes, escuchar las múltiples opiniones y buscar el necesario consenso que ha dado como resultado este histórico acuerdo.

La firma de este compromiso es una muestra de madurez y desprendimiento en el ejercicio político, que afianza el Estado de derecho prevaleciendo en nuestro país, que ha visto ensanchar y afianzar este esencial marco jurídico de una manera sostenida e inequívoca.

Es el Lic. Abel Martínez la pieza clave en el engranaje que ha motorizado esta cumbre y, en cierta forma, el artífice de la misma, como ha sido reseñado por los medios informativos, en estas últimas semanas, por su pertinaz labor de contactos con los diferentes interlocutores de las fuerzas políticas y sociales que han intervenido en el tema, lo que le ha valido para ser aquilatado por la manera serena y ponderada con la que ha manejado el espinoso asunto, que por momentos se veía devenir en una crisis de gobernabilidad.

Al rubricar este Pacto, se despeja bastante el horizonte político nacional y permite, sobre todo a los poderes Ejecutivo y Legislativo, asumir las impostergables tareas de gobernar y legislar para que el país prosiga su indetenible tránsito hacia el desarrollo en un marco de plena y ejemplar democracia.