‘Las sinergias de Marcio’, la vida del consultor informático no es tan maravillosa como te puedes imaginar, pero es muy divertida

Se habla a menudo de que la informática es la profesión sin paro y no falta razón en esta afirmación. Pero no es oro todo lo que reluce, ni muchos menos. ‘Las sinergias de Marcio’ es un libro que, mediante el formato de antología de relatos de ficción, nos muestra con humor e ironía las andanzas y vicisitudes que sufren los ingenieros dedicados a la consultoría informática en España.

[DISCLAIMER: Hemos intercalado entre el texto algunos fragmentos representativos del libro reseñado en cuestión.]

Cuando la realidad supera, o por lo menos alcanza, la ficción

Desastres como el recientemente descubierto de Lexnet, en el que han estado involucradas muchas de las principales empresas tecnológicas españolas, han conseguido que la opinión pública abra los ojos y se de cuenta de lo mal que se pueden llegar a hacer las cosas en el mundo de la informática en general y la ingeniería del software en particular. Incluso en sectores tan sensibles como la justicia o la sanidad públicas.

Marcio

Mario Garrido Espinosa es un «perito» informático que lleva bastantes años ya trabajando en este tipo de grandes consultoras (aka cárnicas) e incluso en la administración pública. De su experiencia (y de su imaginación) surge ‘Las sinergias de Marcio’ donde, a través de siete relatos cortos independientes (más o menos), nos muestra la procelosa vida y obra de los consultores informáticos mientras intenta dibujarnos una sonrisa de estupor y/o complicidad en la cara.

Dada la doble faceta de Mario de consultor informático y desarrollador por un lado y escritor por el otro, había que hacerle la pregunta obligada: ¿cuánto hay de realidad y cuánto de ficción en ‘Las sinergias de Marcio’? Mario nos saca de dudas: «Mitad y mitad. Hay muchos pasajes del libro que están libremente basados en experiencias propias y ajenas; estas últimas contadas por amigos y compañeros del sector. Siempre hay mezcla de algo de realidad y de ficción; pero en general el lector no debe caer en el error de tomarse las historias como cien por cien reales, aunque los informáticos que las han leído opinan todo lo contrario.»

«El oficinista listillo, tras muchos años de trabajar en determinada sede, hará por comprarse su casa lo más cerca de la misma. En tal caso y en el plazo máximo de un mes será destinado a otra sede ubicada en la otra punta de la ciudad.»

Los buenos, los feos y los malos

Como decíamos unas líneas más arriba, las siete historias que conforman ‘Las sinergias de Marcio’ son independientes. Sin embargo tienen un hilo conductor: su protagonista siempre es un consultor llamado Marcio que trabaja en una de las principales consultoras del país, ADRIN (poco disimulada perversión del gigante INDRA).

A través de Marcio el lector puede rememorar, si pertenece al sector, o conocer, si es «externo» al mundillo, los múltiples desafíos a los que se enfrenta un consultor de una gran empresa mientras intenta ganarse el sustento: los desplazamientos eternos para llegar al lugar de trabajo, las subidas de sueldo inexistentes, los plazos imposibles, las horas extras no pagadas, las guardias mal pagadas, los periodos eternos desasignados, las subidas a producción catastróficas, los gerentes ineptos, la burocracia infinita digna de Larra, el ser un recurso en vez de una persona, las pizzas a horas intempestivas en sede laboral, las palabras vacías como la misma «sinergias»

Mario Garrido Mario Garrido firmando uno de sus libros publicados

Mario no se deja ningún aspecto de los que rodea a la consultoría informática (y realmente a casi cualquier trabajo de oficina) sin tocar con su peculiar estilo, ni siquiera los más prosaicos como las charlas de la hora del café sobre temas mundanos, las luchas por los microondas del comedor, las salidas a comer de los jueves, los trapicheos con los «tickets restaurant», las jornadas de confraternización en la sierra (o campo o río o lo que sea) o la camadería con los compañeros de proyecto.

¿Se habrá auto-censurado Mario? ¿Habrá algún tema o aspecto con el que no se ha atrevido para incorporarlo al libro? «No. Se trata de una novela, no de un libro de historia. “Todo parecido con la realidad es pura coincidencia”, como se indica al principio. Aun así, muchos lectores pueden encontrar “inquietantes” similitudes con su vida como informático, oficinista, ingeniero, etc. Por otro lado, ya he dicho que me he basado libremente en diversas anécdotas, pero en general, cada pasaje del libro que al lector le parezca que no es “fantasía”, siempre será una mezcla de varias anécdotas reales o inventadas para que el conjunto de la historia “encaje”. Dicho de otro modo, nunca se trata de “una crónica exacta de aquello que pasó tal día…”, aunque pueda parecerse».

«Por otro lado» continua Mario, «una de las técnicas en las que se basa el humor es la “exageración” y yo suelo usarla mucho. Y al revés, a veces he tenido que suavizar un pasaje porque si lo contaba con toda la crudeza que me pedía el cuerpo, el lector no familiarizado con este mundo iba a terminar asustado… Y este, al fin y al cabo, es un libro de humor, no de terror».

«Lo de siempre, en el mundillo informático, daría para igualar en tamaño a todo lo que se ha escrito hasta la fecha en el género del terror…»

En especial salen malparados, a lo largo de las peripecias de Marcio y sus compañeros, los gerentes, los directores de proyecto y los jefes en general. Salvo honrosas excepciones son los malos en ‘Las sinergias de Marcio’. ¿Ha tenido Mario algún problema con sus actuales jefes (o con alguno anterior) a raíz de su cruda descripción de ellos? «No he tenido ningún problema, no sé si porque no han leído el libro o porque nadie se siente identificado con los personajes “malos”, cosa que espero que sea así. En este libro no hay ningún personaje real, ni bueno ni malo. Si alguien se reconoce en alguno y es de los malos, lejos de ofenderse debería hacer una profunda reflexión de porqué ha sentido esa afinidad; y corregirla de inmediato.
Como ya he dicho, es una novela, ficción contemporánea (que se dice ahora), no es una crónica de unos hechos ocurridos en una consultora, por reales que puedan parecer».

«Los personajes “malos” son necesarios para la historia», precisa Mario, «y tienen que existir. Me he centrado en esos perfiles entre otras razones porque son los “poderosos”, los que tiene mayor capacidad de hacer el mal… pero no siempre utilizan ese poder de manera negligente; de hecho, hay un gerente que sale en la sexta y séptima historia que es uno de los personajes “buenos” (incluso “muy bueno”, diría yo) del libro. Así que, como en la vida real, de todo hay».

A pesar de todo resulta imposible no acordarse, leyendo algunos pasajes de ‘Las sinergias de Marcio’, del protagonista de ‘Trabajo basura’, la seminal obra de Mike Judge (‘Silicon Valley’). Allí, el mozo en cuestión, Peter, un técnico informático en una anquilosada empresa, intenta por todos los medios que le echen para, con el finiquito, dedicarse a vivir un tiempo a lo grande. En cambio, sus barrabasadas, salidas de tono y demás tretas para conseguir este despido encantan a sus jefes y empieza a subir en el escalafón.

Las vicisitudes con ironía se llevan mejor

Las historias contenidas en el libro, con nombres tan reveladores para cualquiera del sector como ‘Amor de consultor informático’, ‘Acción correctora’, ‘Impasse’ o ‘La crónica de una muerte anunciada’, mezclan el retrato costumbrista y cercano con buenas dosis ironía y sarcasmo y un toque de surrealismo.

«Como siempre en ADRIN, lo que funcionaba mal no se arreglaba, se ocultaba un tiempo bajo otra denominación.»

Además resulta curioso el uso de ciertas coletillas o gags recurrentes (como ese número 21, tantos como gramos perdemos cuando morimos) que consiguen dotar de cierta homogeneidad a todos los relatos.

«Sí, así es.», nos cuenta Mario Garrido. «La idea es que en todos los relatos salieran las coletillas que indicas y alguna cosa más: por ejemplo, las palabras “sinergias”, “proactividad” o “recurso” también son obligadas en todos los relatos. Como una “marca de la casa” de las historias de Marcio. Para hacerlo así no me he inspirado en nada; simplemente me pareció buena idea.
Por otro lado, me gusta mucho la forma de escribir de Eduardo Mendoza. Creo que es mi referente más claro en este libro, ya que, principalmente, es de género humorístico. Además, mis otros referentes son Ken Follett, Arturo Pérez Reverte, Pío Baroja, Isabel Allende o Gabriel García Márquez. Son mis escritores de cabecera. De los que aprendo. Quizás, de estos últimos, se note más su influencia en mis otros libros, aunque la sexta historia de Marcio es un claro homenaje a García Márquez; y el realismo mágico, siempre presente en mis escritos, también se cuela sin que nos demos cuenta en la tercera historia, “Acción correctora”: ¿Martina existe o no?»
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The It Crowd

No entramos en su mayor o menor calidad literaria (que para eso están nuestros compañeros de Papel en Blanco) pero ‘Las sinergias de Marcio’ es un libro mordaz (aunque sin llegar a las cotas de salvajismo de la anteriormente comentada ‘Trabajo basura’ o la tira cómica web ‘Sinergias sin control’) que se antoja por su contenido imprescindible para cualquiera que se mueva en el ámbito de la informática y la consultoría. Mario nos habla sobre el feedback recibido por los «compañeros del metal» (que diría David Bonilla):

«Totalmente. Todo informático que lee “Las sinergias de Marcio” se ven reflejados en las historias. Por supuesto, no siempre están de acuerdo con las opiniones del narrador, pero en cuanto a las “aventuras” del personaje las adoptan como propias. “Estás contando mi vida”, “yo también he lidiado con una situación como esa”, “me río por no llorar”, etc son comentarios que me han dicho. Por otro lado, he cosechado un buen número de valoraciones positivas y, en concreto las que son de informáticos, siempre resaltan que detrás del sarcasmo de las historias se esconde la realidad del sector».

También puede ser una lectura de interés para todos esos chicos y chicas que empiezan sus estudios de informática y no saben muy bien lo que se van a encontrar en unos años… aunque quizás les pueda resultar algo descorazonador. Para el resto del género humano, si consiguen sobreponerse a algunos pasajes algo técnicos, también puede resultar un libro estimable ya que en el fondo trata de temas muy universales y en todas las profesiones «cuecen habas» como se dice vulgarmente.

«Justo entre la sala Múnich y la sala Ratisbona estaba la estancia que buscaban: la sala Friburgo. En adelante la recordarían como Auschwitz, por lo que desencadenó esta reunión.»

Y Marcio volverá en…

¿Tendremos más andanzas de Marcio? Mario no parece muy por la labor: «Las historias de Marcio están concluidas; y, además, terminan con un “final feliz”. No creo que vuelva a escribir ninguna historia más de Marcio o sobre esta temática. Creo que el libro hace inventario de todas (o casi) las particularidades de este oficio y las distintas anécdotas y situaciones a las que se enfrenta un informático. Escribir más sobre este asunto sería repetirse. Además, el libro, al intentar no dejarme nada, ha quedado bastante gordo. Creo que es suficiente».

«Pero seguiré escribiendo.» prosigue Mario «Seguramente mi siguiente proyecto sea la segunda parte de “El reino de los malditos”, novela que considero mi mejor obra y de la que todo el mundo me pide que escriba esa segunda parte.
Aunque quien sabe, como no he matado a Marcio… podría volver»
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Estaremos atentos, claro está.

Imágenes | Fotogramas de ‘Trabajo basura’ y ‘Los informáticos’

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