Una joven llamada Julia Stajiva que se hacía pasar por rica engañó a sus más de 64.000 seguidores de Instagram. Para ellos se fotografiaba y daba la imagen de una multimillonaria capaz de tener todo lo que se le antojara.
Marina Hyde, columnista de ‘The Guardian’, fue quien reveló la verdad a la prensa, ya que Julia había alquilado una habitación en casa de la madre de la periodista. Durante los momentos de ausencia de la dueña de la casa, Julia se dedicaba a fotografiarla y la mostraba como propia.
Además, la joven lucía costosos atuendos y accesorios que cosechaban los ‘likes’ de los usuarios de Instagram. Para ganar popularidad, publicaba sus fotografías con la etiqueta #richkids