La precisión científica de la Biblia

Rafael Baldayac

Cada día se descubren  maravillas y misterios sobre nuestro universo. Sin embargo,  hay un libro que ha anticipado lo que la ciencia moderna actual confirma. Ese compendio se llama La Biblia.  Los libros de la Biblia se escribieron en su mayoría entre los siglos VIII y VI antes de nuestra era.

Como pudimos ver en un artículo anterior la precisión científica de la Biblia es sorprendente. Es en este  libro donde se revela que Dios creo  las fuentes de agua en el suelo marino.

 Científicos han editado un nuevo mapa del fondo marino con datos de satélite, que revela fuente de agua y miles de montañas inexploradas en los confines de los océanos.  El geofísico de la Universidad de Sydney Dietmar Müller,  afirma que alrededor del 71% de la superficie terrestre está cubierta por agua y aproximadamente el 90%  del fondo marino está inexplorado por los barcos de investigación.

«Sabemos mucho más acerca de la topografía de Marte de lo que sabemos acerca del fondo marino de la Tierra», dijo Müller. La desaparición  hace dos años del vuelo de Malaysia Airlines ha aumentado la conciencia global sobre el escaso conocimiento de nuestras profundidades.

Uno de los textos bíblicos,  hace alusión  a este descubrimiento. El Libro de Job,   narra la  historia  de un rico y prospero ganadero llamado Job,  que vivía en «la tierra de Uz», la cual es una ciudad mencionada como parte del reino de Edom. Job es considerado un profeta en las religiones abrahámicas:  el judaísmo, el cristianismo y el Islam. En ellos se hace referencia a la paciencia del profeta Job.

Casi todo el suelo marino se encuentra en total oscuridad debido a la enorme profundidad y presión atmosférica. Para Job hubiera sido imposible explorar las fuentes de los océanos. Hasta hace poco, se sabía que los océanos eran alimentados solo por ríos y lluvia. No fue sino hasta en 1970 con la ayuda de submarinos construidos para resistir 6,000 libras de presión por pulgada cuadrada, los oceanógrafos descubrieron la existencia de fuentes en los suelos marinos. Job 38:16.

Existen montes en el fondo del océano. Solo en el siglo anterior esto fue comprobado gracias a la invención del sonar. Hoy se tienen mapas precisos del suelo marino en los que se muestran montes y volcanes. “Las aguas me rodearon hasta el alma, rodéame el abismo; el alga se enredó a mi cabeza. Descendí  a los cimientos de los montes.” Jonás 2:5-6.

“Aquel día fueron rotas todas las FUENTES DEL GRANDE ABISMO  y las cataratas  de los cielos fueron abiertas”  Génesis 7:11.  Más adelante dice: “Y se cerraron  las FUENTES DEL ABISMO… “Génesis 8:2.  Y se pregunta: “¿Has entrado tu a las FUENTES DEL MAR, y has andado escudriñando el abismo”? – Job 38:16. Estos versos fueron escritos hace miles de años antes de la invención de los submarinos de aguas profundas, que confirmó su exactitud en el siglo 20.

Otros geofísicos aseguran haber descubierto un inmenso depósito de agua debajo de la superficie de la Tierra, que sería equivalente a casi tres veces la cantidad de agua en nuestros océanos. Los científicos cristianos dicen que podría ser la confirmación de un versículo bíblico.

Los investigadores de la Universidad de Northwestern y la Universidad de Nuevo México, anunciaron el descubrimiento de un gran océano de varios kilómetros debajo de la superficie de la Tierra, según Christian News citando al sitio Eurekalert.

«El geofísico Steve Jacobsen y el sismólogo Brandon Schmandt, han encontrado las bolsas profundas de agua a unos 400 kilómetros por debajo de América del Norte«, explica un comunicado de prensa de la Universidad de Northwestern.

«Los procesos geológicos de la superficie de la Tierra, tales como terremotos o erupciones volcánicas, son una expresión de lo que está sucediendo dentro de la Tierra, fuera de nuestra vista», dijo Jacobsen en el comunicado.

Según Génesis 7:11, «las fuentes del grande abismo» fueron rotas durante el Gran Diluvio, que llevan nos lleva a creer que el descubrimiento del océano subterráneo arrojan luz en el relato bíblico. Brian Thomas, escritor de ciencia para el Institute for Creation Research, dijo que los hallazgos potencialmente podrían estar relacionados con esta referencia bíblica.