La participación de los estelares en el Mundial…

Por Domingo Hernández
Es cierto que lo ideal es que hombres como Al Horford y Carl Anthony Towns participen con el equipo dominicano en el próximo Mundial de Baloncesto, a celebrarse en China, entre los meses de agosto y septiembre del presente año.
La inclusión de ambos estelares jugadores, sería clave para que la República Dominicana incremente sus posibilidades de éxito y pueda alcanzar una actuación cuanto menos digna en la exigente cita universal.
Sin embargo, si por alguna u otra razón, uno u otro -o los dos-  no pueden integrarse al plantel, ello no debería ser motivo para «acabarlos» de manera alegre  como suele ocurrir en ocasiones por parte de algunos fanáticos o comunicadores.
Hay que entender que son seres humanos, que vienen de una temporada en la NBA agotadora, producto de un calendario de juego intenso y a lo mejor prefieran tomarse su tiempo con la familia y descansar. De ser así, estarían en su derecho y habría que respetar su postura y entenderlos.
Es posible que los dos tengan la intensión de jugar con el equipo nacional,pues la oportunidad que se les presenta de representar su país y de exhibir sus talentos en un escenario como el chino, es única -muchos otros la desearían, incluidas superestrellas de otras nacionalidades- y debe ser motivo de orgullo para cualquier atleta. Es algo que no se presenta todos los días, sobre todo, en un certamen de esa magnitud.
Mas, hay que esperar la disponibilidad de ambos, pues aún cuando en el período de celebración del Mundial ya habrá pasado la temporada de la NBA, ellos podrían tener sus argumentos en el supuesto de que sus respuestas no sean las esperadas. De ahí el que lo prudente será  darle su tiempo para que tomen la decisión al respecto,sin que se sientan presionados.  Tal y como lo ha pedido Carl Towns.
Y en esto, se supone  que tanto los dirigentes de la Federación  Dominicana de Baloncesto,encabezados por su presidente  Rafael Uribe, como Melvin López, actual dirigente del seleccionado, deben estar totalmente de acuerdo.
Es asunto de que ellos se sientan comprometidos y de que las condiciones les favorezcan para que puedan dar lo mejor de sí y aportar. Es decir, que los dos estén en óptimas condiciones para sumarse al quinteto-ya Towns, por ejemplo, ha condicionado su participación al estado de salud  en que esté su cuerpo para la fecha de inicio de la justa- y rindan lo que se espera de ellos. De lo contrario, participar por participar, aún con el prestigio y la jerarquía que tienen, no tendría sentido.Ya veremos. ESQUINITAS-. Para salirnos brevemente del deporte, hay que decir que constituye una gran pena la muerte ayer del cantautor dominicano, Anthony Ríos, quien conjugaba talento con una gran cultura -era muy leido-. La parca nos ha llevado en apenas días de diferencia  a dos grandes del arte dominicano, pues recién también falleció Doña Luchy Vicioso, una de las mejores voces femeninas que ha dado el país, junto con Maridalia Hernández y Sonia Silvestre -esta última también fallecida-. Paz a sus restos…Todavía Bartolo Colón, leyenda de nuestro béisbol, está a la espera de un contrato de parte de cualquier organización de Grandes Ligas. Aunque no parece fácil, por lo difícil que ha estado el mercado de agentes libres, Colón, con 46 años de edad y quien viene de hacer historia al convertirse el año pasado en el lanzador latino más ganador (su marca de por vida es de 247-118), debería mantenerse entrenando duro, en razón de que no se descarta que cualquier gerente le ofrezca una nueva oportunidad -ha tenido suerte para eso-. Esto, no obstante a que en sus dos salidas en la pelota invernal con las Aguilas Cibaeñas la temporada pasada no tuvo fortuna, es un tipo de lanzador que si está en buenas condiciones puede seguir sorprendiendo como lo ha hecho en años recientes.Su caso es excepcional…PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES: A propósito de Colón, es prudente señalar que su efectividad de por vida es de 5.78 y que ha propinado un total de 2,535 ponches en su gloriosa y dilatada carrera en las Mayores. !Suena la campana! !Climmp!