Richard Espinosa
Especial/Caribbean Digital
SANTIAGO, RD.- Cuando las organizaciones pasan por momentos de crisis, es una gran oportunidad que sus directivos (Líderes) aprovechan para reinventarse, crear, definir nuevas estrategias, identifican a lo interno sus debilidades, sus fortalezas y desde dentro también identifican sus oportunidades y sus AMENAZAS, sin embargo ; esto solo ocurre cuando NO se busca un culpable, cuando no se pretende impulsar la disolución de la organización consciente o inconscientemente en busca de intereses particulares.
La definición de estrategias a lo interno y la demostración de sinergias en procura de mostrar fortalezas ante sus competidores, es la mejor decisión que puede tomar el liderazgo que tiene la responsabilidad de mantener por tiempo indefinido la vigencia y la sostenibilidad de la organización.
En ese sentido, se hace imperiosa la necesidad de dejar a un lado la medición de fuerzas entre los que dirigen y colocar sobre la mesa del diálogo y la concertación , las debilidades que pueden llevar al declive la organización y aprovecharlas para convertirlas en fortalezas. De no ser posible llevar los temas que han generado la crisis, es de orden y de urgencia que el liderazgo responsable de conducir los destinos de la organización, por senderos de avance y de progreso, se reúna y de una vez y por todas tomen las desiciones que dejen fortalecida la institucionalidad y se resuelva la crisis.