“La maldicion del tener”

MALDICION: La maldicion del Bambino es una historia conocida en el argot beisbolistico que trata acerca del afamado pelotero Babe Ruth. El fue un poderoso bateador y lanzador que jugó con el equipo de los Medias Rojas de Boston, y mientras militó con ellos el equipo ganó varios campeonatos. Una vez fue cambiado a los Yankees de Nueva York, Boston nunca más obtuvo un campeonato y duro 86 años de desierto divisional, hasta que fueron campeones en la Serie Mundial en el 2004.

Desde el contexto occidental la palabra maldicion tiene distintos significados entre ellos, expresión del deseo de que ocurra un daño a alguien; castigo que se cree divino o sobrenatural; expresión de injuria, entre otros.

Para muchos el tener nunca podrá ser equiparado a estar o acarrear una maldicion. Pero, la realidad es que obtener riquezas sin conocimiento es equivalente a desgracia, pues al final quien la produzca no sabrá como o para que administrarla.

LA MALDICION DEL TENER; Los peloteros que logran calar entre las filas de un equipo profesional devengan al menos un salario mínimo de medio millón de dólares anual. Eso, para un joven que viene de la pobreza es una cantidad exhorbitante de dinero.

Los peloteros latinos que vienen de extrema precariedad, acarrean sobre si la maldicion del tener. Es una maldicion que distorsiona, cambia, trastorna la naturaleza de quien genera la riqueza, así como el entorno que le rodea. Esa maldicion cambia la dinámica de las relaciones de manera transversal, y lo más triste de todo, cambia el como se aprecia el humano detrás del atleta.

La maldicion del tener crea incapacitados, aprovechados y lisonjeros. Todo el mundo supuestamente “vela” por aquel que genera, pero en el fondo la mayoría vela por su tajada del biscocho. Cada quien “hala” para su lado y al final halan tanto que terminan ultrajando, hiriendo y siendo heridos, distanciándose y distanciando. Algunos crean el negocito del ‘bugs bunny’ haciéndose indispensables pues todo lo resuelven y lo consiguen, muchas veces con la única intención de ejercer una influencia plena sobre el atleta.

La maldicion del tener crea estrategias, donde se utiliza al que genera como prestamista, aseguradora, inversionista, garante y salva vidas en caso de que algo no vaya como se esperaba. Esa maldicion generalmente no mide que tanto efecto directo o colateral puede causar en la vida del que genera, pues los que le rodean a veces solo buscan resolver su problema.

La maldicion del tener crea rencilla y resentimiento entre amistades, allegados y familiares, pues siempre se tiene mayor expectativa de la capacidad de “resolver” del atleta. Si el mismo no lo hace como se espera, hay criticas y quejas; si lo hace con todos las de la ley, también. El entorno generalmente entiende que el atleta está en la obligación de resolver porque el lo logró y muchos de ellos no. La maldicion del tener activa una manipulación a alto nivel, donde se juega con el sentimiento de culpa y necesidad de aprobación de un deportista que solo busca ser un competidor.

La maldicion del tener atrae féminas, amistades, propuestas comerciales que de no haber estado el signo de pesos, nunca le hubiera llegado a ese pelotero. El tener riqueza, fama y poder luce tan bien que al ojo humano sería casi un sacrilegio asociarlo a algo maldito o desgraciado. Sin embargo la mayoría de los atletas profesionales silentemente sufren la maldicion del tener.

APRENDER: La maldicion no son las riquezas, sino el apego y la idolatría hacia ellas. No en vano el Manual de Vida dice: “Mejor es un bocado seco, y en paz, Que casa de contiendas llena de provisiones.” Proverbios 17:1. Es esencial que aprendamos a no convertir en maldicion, lo que puede ser de bendición para uno, y para muchos.

Source link