José Alfredo Espinal
Caribbean Digital
SANTIAGO, RD.- Una amiga fue asaltada por segunda ocasión y le robaron su teléfono celular y a otra la sorprendieron dentro de su propio vehículo y la amenazaron con matarla a ella y a su amiga que le acompañaba si no le entregaba el teléfono móvil y la cartera con todas sus pertenencias.
Estos hechos no sucedieron hace meses ni años. Apenas hace tres días que ocurrieron en distintos sectores de la ciudad de Santiago.
Para nadie es un secreto que la ciudad de Santiago es tierra de la delincuencia. Para nadie es un secreto que todo el país está lleno de delincuentes, de rateros que por cualquier cosa insignificante le arrancan la vida a un ciudadano.
Las autoridades están jugando con fuego. La inseguridad al parecer está en segundo plano para los funcionarios competentes en combatirla.
Aquí nadie está seguro. El pueblo tiene miedo salir a las calles. En el pasado, el temor era solamente por las noches, pero ahora, da miedo salir a cualquier hora del día.
Combatir este flagelo no se trata de operativos policiales. Ahí radica el principal error de las autoridades. Es mucho más de eso.
Las autoridades deben disponer de vigilancia continua las 24 horas del día y que la misma no sólo se centre en las áreas comerciales, sino en los barrios y en las urbanizaciones donde los ladrones se trasladan cuando la presencia policial se ubica en la zona metropolitana.
Causas del problema
Desigualdad social, falta de oportunidades de empleos de los jóvenes, desintegración familiar, falta de educación, corrupción administrativa, y poco accionar de las autoridades para enfrentar la delincuencia con gallardía.