La gerencia de Cleveland supo manejar situaciones

Un elemento curioso de los Indios de Cleveland es que a la hora de hablar de la gerencia, la edición del equipo que alcanzó la Serie Mundial en este 2016 tiene lazos bien fuertes con la última versión de la Tribu que había participado en el Clásico de Otoño.

En aquel 1997, John Hart era el gerente general, con su mano derecha Mark Shapiro. Fueron los Azulejos presididos ahora por Shapiro que fueron derrotados en la Serie de Campeonato de la Liga Americana por los Indios de la actualidad, cuyo presidente de operaciones de béisbol, Chris Antonetti, fue contratado por el mismo Shapiro para el equipo gerencial de la Tribu en 1999.

En otras palabras, ha habido una continuidad interna en la oficina central de los Indios desde hace mucho tiempo. Para ser exacto, fue cuando Hank Peters, quien había construido muchos equipos exitosos de los Orioles en la década de los 70 y los 80, pasó a la gerencia de Cleveland y trajo como asistente a Hart en 1987.

“Chris Antonetti y su equipo, en mi opinión, son bien subestimados”, dijo el manager de los Indios, Terry Francona. “Han hecho más con menos. Son muy buenos en eso y no sólo son divertidos (como jefes), sino que son muy organizados”.

Efectivamente, Cleveland conquistó la División Central de la Liga Americana al ganar 94 juegos en la temporada regular, rumbo al banderín de la Liga Americana. Dicha hazaña se logró con una nómina de US$114,707,868 (Según Spotrac), la 22da más alta entre los 30 equipos de Grandes Ligas.

Profundidad

Con un núcleo joven que incluye a figuras como el boricua Francisco Lindor, Corey Kluber, Jason Kipnis, el dominicano José Ramírez, Tyler Naquin y Lonnie Chisenhall, entre muchos otros, la Tribu creó una base para triunfar con menos recursos que los equipos de mercados más grandes. Con adiciones sagaces como las de Mike Napoli y Andrew Miller, Antonetti y el gerente general Mike Chernoff le pusieron los últimos toques a un roster que fue capaz de coronarse campeón del Joven Circuito.

Más impresionante aun es el hecho de los Indios haber triunfado después de perder a dos de sus abridores principales en septiembre, el venezolano Carlos Carrasco y el dominicano Danny Salazar, además de quedar sin los servicios de Trevor Bauer en medio de la SCLA debido a su famoso accidente con un dron.

“No creo que nadie hubiera podido escribir el guion de esa manera”, dijo Antonetti. “Pero creo que nuestros muchachos han hecho un trabajo increíble al no enfocarse en la adversidad que hemos enfrentado, sino hallar la manera de superarla y tratar de ganar cada juego”.

Dentro del clubhouse, es evidente la manera en que la juventud ha contribuido al ambiente suelto en el equipo. La mayoría de veces se siente más levedad que pesadez.

“Es divertido estar ahí”, dijo Miller, quien llegó a la Tribu a finales de julio y ha brillado como relevista de manera histórica en esta postemporada. “Todo el mundo está listo para jugar. Lo positivo de este equipo es que (se hará) lo que sea necesario para ganar”.

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