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La situación es bastante complicada, al menos para los estudiantes más pobres de la UASD. Además de que tienen la imposibilidad de comprar alimentos durante su jornada de trabajo en los hospitales públicos, porque son jóvenes de familias pobres sin recursos, se les complica la vida cuando tienen que reunir los 6000 para el pago de la tesis, el cual deben hacer en dos pagos.
Pero el asunto no se que ahí, comprar las ropas y zapatos blancos, como lo exige el protocolo de los médicos, es otra de la odiseas por la que pasan los futuros médicos de nuestra amada Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
Los ricos de este país, que son muchos, deberían darle una manito a los estudiantes de medicina de la UASD, en un momento en que hay tantos jóvenes desviados de los estudios y la preparación académica, y sin posibilidades de para hacer los aportes que el país necesita para su avance y desarrollo.