Jurista defiende derecho de República Dominicana a salir de la CIDH

Caribbean Digital

SANTO DOMINGO. El ex vicepresidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), doctor Rafael Luciano Pichardo, defendió el derecho que tiene República Dominicana de salirse de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos (Corte IDH), cuya decisión no implica el abandono de pleno derecho a formar parte de la comunidad internacional y ni de la Convención Americana de los Derechos Humanos (CIHD).

El ex vicepresidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), doctor Rafael Luciano Pichardo.
El ex vicepresidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), doctor Rafael Luciano Pichardo.



«Por eso yo creo que una cosa no tiene que ver con la otra, que el hecho de que el Estado dominicano haya denunciado a esa Corte, por las razones que se han esgrimido y que se han dicho, yo creo que eso no nos quita el derecho de seguir perteneciendo a la Convención Interamericana de los Derechos Humanos», enfatizó.

Entrevistado por el periodista Federico Méndez, en el programa Esferas de Poder, que se transmite los domingos de 5:00 a 6:00 de la tarde, por Santo Domingo TV, calificó como irregular la competencia de la Corte aceptada por República Dominicana, en 1999.

Consideró que el país saldrá airoso de esta situación, porque ningún Estado ni organismo supranacional debe indicarle cómo debe entender el concepto de la nacionalidad. 

El experto en Derecho Constitucional acusó a la Corte de tratar de arrebatarle al país el derecho de darse su propia legislación, invadiendo el derecho sagrado que constituye la soberanía del Estado dominicano.

Comparte el criterio del ministro de Relaciones Exteriores, Andrés Navarro, de que ese tribunal está prejuiciado en contra del país. «Búscate una sentencia de esa Corte… todas son en contra, entonces hay un prejuicio ¿Cómo es posible que sean todas en contra?», se preguntó.

Sostiene que la Corte ignora que la atribución de la nacionalidad a los ciudadanos de cada país es una cuestión muy privativa y atributiva de la competencia de cada Estado. «Eso es lo que se llama soberanía», puntualizó. 

Comentó que si ese tribunal hubiese querido salir airoso del caso y no haber puesto a la República Dominicana contra la pared, le bastaba con acogerse a la Convención de la Haya de 1930, que dice que en materia de migración, conceder la nacionalidad le corresponde a cada Estado.

«Eso está consagrado en esa Convención, de la cual nosotros somos parte, y la mayor cantidad de países de América Latina, inclusive de Europa, es decir, la cuestión de la nacionalidad pertenece a cada Estado», significó. 

Rechazó que a República Dominicana se le quiera trazar pautas para revisar su Constitución y haga lo que esa instancia internacional entiende que se debe hacer.

«Es una cuestión totalmente inaceptable», recalcó, tras afirmar que un instrumento tan importante como la aceptación necesitaba que el Congreso Nacional estudiara a profundidad su consecuencia.

Considera que ese procedimiento no se trataba de un simple llenado de formalidad, sino de la trascendencia que tienen las decisiones de ese tribunal.

Luciano Pichardo aclaró que la competencia de ese tribunal internacional fue aceptada de hecho, pero no de derecho.

Comentó que si hubiese sido acogida de derecho, debió hacerse el mismo procedimiento realizado para la aceptación y ratificación de la Convención Americana de los Derechos Humanos.

«Que te diría que es más importante aún, porque es la que toma las decisiones a favor o en contra de los Estados, es decir, las consecuencias que traen las decisiones de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos tienen consecuencias y trascendencia extraordinarias», subrayó.

El jurisconsulto afirmó que no se puede aceptar la competencia simplemente por un oficio que dictó el ex presidente Leonel Fernández, en 1999, de un instrumento tan importante.

«No, yo entiendo que debió llevarse el mismo procedimiento y haberse llevado al Congreso Nacional para haber sido aceptada y aprobada con ese mismo mecanismo», insistió.

El jurista recordó que la Convención Americana de los Derechos Humanos fue adoptada en 1969, pero casi 20 años más tarde fue aceptada por el Estado dominicano, cuando fue ratificada en 1978.

Sin embargo, comentó que otro fenómeno muy extraño ocurrió en torno a la norma de carácter internacional, que después de ratificada esa convención en 1978, la competencia de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos fue aceptada de una manera irregular en 1999.

Condiciones en que queda RD

El ex vicepresidente de la SCJ plantea que no cree que República Dominicana vaya ser aislada del sistema interamericano por la sentencia que anula la competencia de la Corte, emitida por el Tribunal Constitucional.

«Yo no creo no, los países no se suicidan, la República Dominicana saldrá airosa de esta prueba porque está defendiendo sus derechos inalienables», sentenció.

Entiende que si se hubiera aceptado pasivamente la decisión de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, el país sí hubiese perdido el respeto que se le tiene a nivel internacional.

Pichardo manifiesta que la nación está defendiendo lo que le corresponde como Estado, como es la nacionalidad y decir quiénes merecen ser llamados dominicanos.

Diario Libre